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4 octubre 2010
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Lo más bello a los pobres: Fajardo
David Carrizales

La esperanza se construye
Derrotó sin dinero a la poderosa maquinaria política
La esencia de la política: buscar a las personas en su espacio

La educación como motor de transformación social, y entregar “lo más bello para los más pobres”, fueron dos de los principios básicos que se pusieron en práctica en Medellín, Colombia, en el periodo 2004-2007, para enfrentar el fenómeno de la violencia, afirmó el ex alcalde de dicha ciudad, Sergio Fajardo Valderrama.

Al dictar una conferencia ante unos tres mil asistentes al Segundo Encuentro Mundial de Valores y Cultura de la Legalidad, el científico que abrazó la política porque comprendió que “era tiempo de pasar del debería ser al así se hace”, dijo que en su recorrido por varias ciudades de México (Torreón, Ciudad Juárez, Monterrey), ha visto a un país muy abatido.

Por eso, dijo, “no se tienen que doblegar, necesitamos líderes transparentes que lleven a la sociedad a buen puerto, pues sin corrupción, con convicción, con optimismo, decencia, dignidad y con respeto, la esperanza se construye”.

Prometió en su plática no hablar de violencia ni de narcotráfico, sino del camino que siendo un científico y experto en Matemáticas lo llevó a buscar la transformación de Medellín, primero como editorialista o integrante de cuanta asociación o comité pretendía incidir en la vida pública, pero sin ingresar a la política, porque, como la mayoría de la gente, consideraba a ésta y a los políticos  algo detestable.

Junto con otros idealistas formó el Movimiento Cívico Independiente de Medellín, y tras fracasar en las elecciones de 2000, ganó la alcaldía en 2003, enfrentándose a la poderosa maquinaria de la política, derrotándola, sin dinero, sin experiencia en cargos públicos y “sólo con la convicción íntima de que íbamos a cambiar las cosas”.

Fue así, dijo Fajardo, como se propusieron abrazar la esencia de la política, buscar a las personas en su espacio, ir a todos los rincones de la ciudad, casa por casa para hablarles de sus principios y escucharlos, no como esos políticos que llegan en carros blindados, con un ejército de seguridad y otro de aduladores que en todo momento aplauden y pretenden que la gente haga lo mismo.

Nosotros nos acercamos a las personas con tres conceptos fundamentales: respeto, dignidad y decencia; nos pusimos la ciudad y el país en la piel. “Hay políticos que en campaña van a dormir a un lugar donde viven los pobres, y eso es falso, nosotros íbamos a esos espacios todos los días, reconociendo y respetando la dignidad de cada persona”.

Ser coherente, es vivir y actuar de acuerdo a los principios y ser consistente es hacerlo todos los días de la vida, dijo Fajardo, y agregó, “cuando puedes ver a alguien a los ojos y te dice, yo le creo a usted, eso vale oro, y no hay quien pueda pagar eso”.

Con plata se compran votos, lo que nosotros construimos, nuestra riqueza y es la fuerza que tenemos, se llama confianza, esa no se compra en ninguna parte, la construyen la piel, el corazón, la razón, la decencia, la dignidad, el respeto, los principios, la coherencia y la consistencia.

Por eso nosotros no compramos votos, pues “de la forma en que uno llega al poder, así va a ser la gestión, y en contraposición a quienes dicen que el fin justifica los medios, que no importa cómo lleguemos que ya estando ahí en el poder lo haremos bien, nosotros decimos que los medios justifican el fin, porque de la forma cómo se llega, se va a determinar cómo se gobierna”.

Los que pagan por los votos, los que negocian, los que se asocian con los narcos, los que van y hacen convenios antes para recibir la plata que les ayude a ganar, después cuando llegan al poder, reparten tajadas de ese poder, eso se llama corrupción, y en la corrupción se van siempre las oportunidades de los más humildes, señaló Fajardo.

En su intervención dijo que en 2014 buscará la presidencia de su país y tendrá como lema “Colombia, la más educada”, porque la educación es el motor más importante de la transformación social, y su propuesta es que la buena educación no sea un privilegio para los ricos, sino un derecho para todos. Por eso, dijo, durante su gestión 2004-2007, sin robarse un peso, se construyeron en los barrios más pobres de Medellín cinco modernos y bien equipados parques-bibliotecas y diez colegios de calidad, pues uno de sus principios de gobierno fue “entregar lo más bello a los más pobres”, porque esto eleva su autoestima y hará que estos niños y jóvenes jamás vuelvan a ver a la delincuencia como una alternativa de vida.

Fajardo Valderrama señaló que las personas que no claudican ni venden sus principios son las que pueden cambiar una ciudad, un estado, un país y al mundo. “Al que tiene precio se lo encuentran y la diferencia la hacemos las personas que no tenemos precio y tenemos principios, que no los vendemos y no los negociamos”.

Ahí está el grupo de personas que van a marcar la diferencia, en México, en Colombia, en América Latina, en Estados Unidos y en cualquier lugar del planeta. No tener precio, eso es muy importante, concluyó.

 

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