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11 Noviembre 2010
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Gobernador sentenciado
(Cuento político, segunda parte)
Miguel Treviño Rábago

El grupo de multimillonarios del Reino de León que pedían la inmediata destitución del Gobernador por su manifiesta incapacidad para frenar la violencia contra la ciudadanía, se entusiasmó con la "luz verde" que les daba el Presidente para deshacerse del funcionario títere que les había heredado el anterior mandatario estatal, un corruptísimo político perteneciente también a la pandilla de los "Golden Boys", que asesoraba descaradamente un pillo ex-presidente llamado Carlos Salinas.

Les dio gusto que el propio Presidente fuera solidario con ellos, que estaban hartos de andar escondiéndose con sus familias, muchas de las cuales ya estaban viviendo en los Estados Unidos,  Canadá o Europa. Además algo muy clásico en ellos, el dolor de codo por tener que pagar "guaruras" las 24 horas del día que los cuidaran y que les costaban miles de dólares, pues muchos de ellos habían sido entrenados en el extranjero, en países acostumbrados a lidiar con el terrorismo. Por eso sus mansiones parecían "bunkers" de guerra y sus vehículos estaban equipados con el más alto blindaje.

Todos coincidían también en que la Universidad del Estado estaba controlada por una pandilla de ladrones, una verdadera mafia que saqueaba millones de pesos del erario y que el "capo" del cártel universitario nunca había rendido cuentas claras, nunca se daba información clara y precisa a la prensa. Don Enrique González -otro acaudalado- se animó a tomar la palabra y le dijo al Presidente: -Señor, estamos muy bien informados que la Universidad se ha convertido en un botín del secretario de educación y de su antecesor, y que han adquirido un elevado número de propiedades en los Estados Unidos y en todo el país. Y prueba de ello es que aquí tenemos la documentación que comprueba el saqueo. Son millonadas de pesos y dólares robados a los contribuyentes del Estado y del país. Y terminó preguntando ¿Se las damos  a los medios?

Hacía unos días un modesto periodista -de esos que no tienen a sueldo en las nóminas oficiales- había solicitado una entrevista con el Rector o Vice-Rector para saber a cuánto ascendían las propiedades de la Universidad. Esto motivó que fuera rechazado gravemente y amenazado en forma velada. Luego pidió hablar con el encargado de Comunicación Social y poco faltó para recibir la paliza de su vida por parte de "porros" y golpeadores profesionales que resguardan la guarida "biológica" del moderno Al Capone que se siente propietario absoluto de la Universidad, al grado de que toda su pandilla, familia, amantes, periodistas lambiscones, etcétera, cobran en la "Uni" sin trabajar. Sus carrazos del año destacan en los estacionamientos.

El Presidente se puso de pie nuevamente y todos los asistentes hicieron lo mismo y les dijo:- Estoy enterado del saqueo en el Estado, pero esto de la Universidad es el colmo. Quiero la relación completa de todos estos bandidos protegidos por Vicente y por el actual Gobernador. Y les voy a decir algo que espero interpreten muy bien pues no lo voy a repetir: -Las fuerzas militares y en especial el señor General encargado de esta plaza, les brindarán el apoyo que ustedes necesitan para resolver su problema. Yo personalmente le daré las instrucciones necesarias. Olvídense de andar hablando con este gobernadorcito de adorno. Se va a tener que ir por las buenas o por las malas ¡Salud!, dijo el Presidente y levantó su copa ya casi vacía y todos brindaron llenos de optimismo y confianza.

El Presidente se despidió de abrazo de cada uno de los millonarios del Reino de León, asegurándoles que no se preocuparan, que había muchas otras maneras de deshacerse de los ineptos que dizque gobernaban la entidad. Salió de la lujosa residencia por una puerta oculta diseñada especialmente para esos casos y la caravana de vehículos blindados y llenos de militares armados, enfiló rumbo al aeropuerto donde esperaba ya el avión presidencial. En pocos minutos la nave se elevó y se perdió en el cielo obscuro de la gran capital norteña de México.

A la mañana siguiente, todavía con un poco de resaca por las bebidas, el Presidente hizo una llamada desde su despacho en la residencia oficial. Su llamada atravesó el país vía satelital e hizo repiquetear el blackberry de uno de sus mejores amigos y socios, también en el norte de México, pero en tierras entre Sonora y Sinaloa:

Una voz en tono bajo contestó: - Diga usted Señor Presidente, qué gusto escucharlo.

- Mi querido amigo, dijo el "Jefe" máximo de las instituciones, le hablo para pedirle un favorcito que bien sé no me lo puede negar, pues nos beneficia a los dos.

Al otro lado de la línea se escuchó la voz del todopoderoso negociante exportador, considerado también por la revista Forbes como uno de los hombres más ricos del planeta y que tiene fama de ser servicial y agradecido:

-Usted dirá Señor.
-Quiero que les eche una manita a mis amigos del noreste, concretamente los del Reino de León; ya no aguantan al gobernador pendejo que les impusieron y por el cual endeudaron de forma bestial el estado. No le pido que lo desaparezca, pero sí que le saque la silla y le mueva el tapete con mucho ruido y desorden para que solito se caiga. Mis amigos de allá ya no aguantan a ese bueno para nada que es parte de los "chamaquitos" raros que controla Salinas. Las fuerzas que yo controlo no van a obstaculizar el apoyo que le estoy solicitando. Ellos y yo ya platicamos. Lo que se necesitan son muchos fuegos pirotécnicos de esos que usted arma muy bien. Si le ponemos más presión a la olla, el gobernadorcillo ese saltará junto con sus amiguitos. Los amigos ricos van a poner su parte para usted y para mí, ya sabe. Negocios son negocios y nada es gratis en esta vida.

Y terminó diciendo: -Ya sabe que favor con favor se paga.

En forma extraña, al día siguiente de la visita presidencial a la metrópoli norteña, se desataron balaceras y granadazos por todos los rumbos del Reino de León. Los muertos aparecían por racimos, muchos policías renunciaban, los soldados se limitaban a patrullar, las principales avenidas eran bloqueadas por sujetos jóvenes armados y encapuchados, autos o camionetas eran incendiados en plena vía pública, mantas colgaban en puentes exigiendo la renuncia del Gobernador, los famosos periodicazos no se hicieron esperar, los diputados de la oposición denunciaban corruptelas gubernamentales, tráfico de influencias, turbios manejos en las finanzas, columnistas nacionales usaban sus plumas para pedir la salida del inexperto gobernante, y lo que era peor, la matanza de estudiantes inocentes en las calles, dizque por confusiones o fuegos cruzados.

La estrategia diseñada desde la presidencia era simple: desestabilizar el gobierno del Reino de León. Sembrar el caos, el miedo, inyectar el pánico. Los ineptos del Gobierno no acertaban a librarse de tantos golpes. Y es que la delincuencia organizada también era un brazo armado del gobierno. La realidad era así de brutal: Ciertos cárteles "trabajaban" para un bando político y otros apoyaban a los opositores. La lucha política se libraba ya con las armas en la mano, pero no con un ejército regular, sino con tropas irregulares bien armadas y protegidas desde diversos niveles de gobierno en todo el país.

La caída del Gobernador norteño sería la primera jugada de la ya próxima sucesión gubernamental. Lo curioso al final de cuentas era que el líder más reconocido de la izquierda mexicana ponía un raro y extraño empeño en derrumbar a un gobernador del centro de México y la derecha maniobraba para hacer lo mismo con un gobernador del norte. El izquierdista soñaba con ganar la guerra con votos, el derechista ya estaba lanzando granadazos con prensa, radio, televisión y hombres armados bien organizados sin máscaras ni uniformes.

Los ricachones del país cruzaron apuestas: ¿cuál gobernador de la pandilla de los "golden boys" sería el primero en caer? Para ellos todo era diversión. Para el pueblo, todos los días era el horror.

¿Quién tendrá más fuerza para tumbar un gobernador en México, la izquierda dividida o la derecha desorganizada y sin rumbo?

Este cuento político se lo dedico a Don José Cruz Contreras, uno de los políticos más completos y astutos que ha dado Tamaulipas.  Hombre de palabra, escuchaba atento a todo el que se le acercó a pedir ayuda y nunca regateó amistad ni apoyo. Alcalde y diputado de los que ya no hay en todo nuestro vapuleado y balaceado estado. Descanse en paz "Pepe" Cruz Contreras, con todo el afecto y respeto que nos merece su extensa familia.

trabago49@hotmail.com            
http://elobservadortmaulipeco.blogspot.com   http://mx.groups.yahoo.com/group/elobservadorpolitico/

 

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