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16 Noviembre 2010
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42 años del primo del David
Alfonso Teja Cunningham

El primo de David
Caminando por ahí, creí ver a David
yo le pregunté, y me contestó:
“¡qué tonto es usted!, yo no soy David
soy un primo de él, que sólo pasa por aquí”.

Yo no lo pensé, y le pregunté:
¿qué haces por aquí?, y me respondió:
“yo no estoy aquí, por mi voluntad
soy esclavo del dinero, y de la falsedad”.

Hubo un festival, en la televisión
y él quiso ayudar, a la junta del millón:
“mis doscientos mil, los quiero donar,
sirven más allá, que lo que encuentro por acá”.

(letra y música: Alfonso Teja. Derechos reservados)

 

El alcalde quiere jubilar al David después de 42 años

En 1968 un grupo de maestros y alumnos de la Facultad de Arquitectura de la UNL formaron un grupo de cantautores de música de protesta, muy en el espíritu de aquella época. Bajo la dirección creativa del arquitecto Jesús Javier Martínez Argáiz, lo más interesante del conjunto, llamado “Vector 68 y medio”, era su originalidad (todas las canciones eran composición de los estudiantes), y sus presentaciones constituían verdaderos espectáculos multimedia que lograban fuerte impacto en el público.

El nombre del grupo obedecía a que un “vector” es una fuerza con magnitud, dirección y sentido; “68” por el año, naturalmente; y el “medio”, por el medio ambiente.

En ese contexto, Alfonso Teja, miembro del grupo, escribió una canción dedicada al recién inaugurado “David”, instalado en la colonia Fuentes del Valle, de San Pedro. La idea, materializada, fue estrenar la canción en un Marathón a beneficio de la Cruz Roja de Monterrey, que se transmitía anualmente en la televisión local.

Para los estudiantes de Arquitectura no cabía la menor duda: la réplica del David en Fuentes del Valle era un adefesio, ostentoso y ridículo, que además en aquellos años se vio envuelto en una estúpida polémica en torno a su desnudez. El título de la canción (“El primo de David”) constituía una burla nada sutil a la pésima calidad de la estatua.

A 42 años de aquellos sucesos, la canción resulta hoy no sólo adecuada, sino hasta profética, al hacer mención de que tal monumento será retirado del lugar. Si el David original es eterno e inamovible en Florencia, su ridículo imitador no pudo sobrevivir a su sino necesariamente temporal.

Finalmente: en plática con los entrañables artistas de La Chunga, surgió espontáneamente el palomazo y se realizó una improvisada sesión que aquí reproducimos. Se trata de un verdadero supergrupo con Carlos Méndez "El Chimpas” y Marco Antonio González Rico “El Pájaro” en las guitarras; Abel Valdés y Beto Dávila en las percusiones; y Alfonso Teja, autor de la canción, en la voz, recordando los tiempos en que los estudiantes universitarios no dejaban pasar las oportunidades de manifestarse socialmente. ¡Adiós, David! La verdad, no fue demasiado gusto tenerte por aquí.

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