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6 Diciembre 2010
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LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Ciencia en el gobierno
Edilberto Cervantes Galván

¿Por qué las políticas del gobierno no acaban por resolver los problemas del país? En ocasiones las soluciones se ven muy claras. No hay margen de duda sobre la mejor estrategia que se debe seguir y sin embargo se toman otros caminos o se posterga la toma de decisiones.

Por ejemplo: si se reconoce –aun por las fuentes oficiales- que más del 50 por ciento de las familias (o sea, más del 50 por ciento de, nosotros, los mexicanos) vive en la pobreza, porqué no se realizan políticas efectivas para superarla. (Hace unos diez años se dijo de manera acertada: el “combate a la pobreza” lo seguiremos perdiendo mientras la política económica vaya dejando muertos y heridos todos los días.)

¿Será que no se sabe cómo crear riqueza? ¿O no se sabe cómo mejorar la distribución de lo que generamos entre todos?

Otro ejemplo: se sabe y se padece la condición de desastre de la educación. Los niños y jóvenes mexicanos no aprenden lo que debieran. Por qué no se toman decisiones, porqué no se aplican soluciones.

La pobreza y la ineficiencia escolar no son algo nuevo. Están presentes desde hace tiempo. Claro que el deterioro ha sido acelerado en los últimos quince años.     

Hace poco más de 60 años, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los científicos que habían colaborado con el gobierno norteamericano en “el esfuerzo de guerra” (diseñando sistemas, normas, armas, bombas, etc.) y que lograron imponerse a base de ingenio e innovación, le plantearon al gobierno darle continuidad a su apoyo y brindar soluciones a los problemas económicos y sociales que se fueran a enfrentar en la etapa de reconstrucción y en los tiempos de paz porvenir.   

De allí surgió el término de políticas públicas: aplicar el conocimiento para la resolución de los problemas de interés público. La efectividad de las políticas que adoptara el gobierno tendría que medirse con los mismos criterios objetivos con los que se midieron los avances o retrocesos en el conflicto bélico.

Con el correr del tiempo, el tema de las políticas públicas se volvió una asignatura académica, y sin embargo los científicos no han logrado entender por qué no se aplican las soluciones que el conocimiento científico y las tecnologías disponibles podían y pueden aportar.

¿Fracasaron los científicos?
Las soluciones tecnológicas a la producción de alimentos están disponibles desde hace tiempo.

El uso de las energías alternativas puede acabar con la grave contaminación que padece la humanidad.

Los problemas de la enseñanza tienen solución y hay ejemplos en el mundo.
¿Será que los gobiernos no saben lo que la ciencia y la tecnología pueden aportar?

La explicación desde la óptica del poder, no desde la lógica científica, es que las decisiones políticas son la resultante de la lucha de intereses.  En esa lucha de intereses; entre quienes son los beneficiarios de la situación prevaleciente y los que buscan el cambio para mejorar, es que se dirimen las posibles “soluciones”.  En una época se les reconocía como conservadores y liberales, en otra como derecha e izquierda. ¿Cómo se les podría llamar ahora?

Pareciera que los neo-liberales de hoy son los conservadores del ayer.

 

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