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805 25 Mayo 2011 |
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Cuentos de la revolución
Aquí encontramos a los grandes autores de la gesta que dividió a nuestro país desde 1910 hasta 1920 (Martín Luis Guzmán, Rafael F. Muñoz, Francisco L. Urquizo, Mariano Azuela, Mauricio Magdaleno, etc.), pero también hay plumas que orbitaron otros territorios de la prosa como José Rubén Romero, Francisco Rojas González, Nellie Campobello, Ramón Rubín y José Vasconcelos, entre otros. La temática habitual de este tipo de literatura no mengua nuestro entusiasmo por seguir leyendo (batallas, huidas, fusilamientos, miseria extrema, heroísmo, trenes, salvajismo, bandoleros, muerte…) porque su intensidad no permite distracciones. El lenguaje es fundamental para incrementar los niveles de descripción, sugerencia e interés en estos cuentos, e incluso el humor influye en la estructura de uno de ellos (Historia de un bilimbique falso, de Teodoro Torres, Jr., p. 154-165) y la ironía en otro (De fusilamientos, de Julio Torri, p. 121-122). Es cierto que la Revolución terminó hace noventa y un años, pero la buena literatura no tiene edad: “La tarde se derrumbaba en el horizonte apabullada por la noche que, por fortuna para los perdidosos, iba a ser negra, sin luna, acogedora en sus lobregueces para los que huían”, p. 77. Francisco L. Urquizo: El fugitivo), “Los tiros agujereaban el traje blanco de las paredes”, p. 47. José Rubén Romero: Como un blasón), “…recuerdo haber visto mi cuerpo destrozado y contrahecho por las contorsiones de los últimos instantes; pero me aparté de él sin amargura, contemplándolo (…) igual, ni más ni menos, que cuando se desecha un traje usado”, p. 65. José Vasconcelos: El fusilado). El compilador establece que el primer cuento de la Revolución Mexicana fue publicado por el periodista Ricardo Flores Magón en 1910 (Dos revolucionarios, p. 239-242) y que la primera novela fue del Dr. Mariano Azuela (Andrés Pérez, maderista, editada en 1911; p. 250), asimismo que “el primer libro de cuentos dedicado enteramente al tema (revolucionario)” fue El feroz cabecilla de Rafael F. Muñoz, dado a conocer en 1928 (p. 14). Junto a estos treinta cuentos se incluyen fragmentos de tres novelas (La sombra del caudillo de Martín Luis Guzmán, La feria, de Juan José Arreola y Pedro Páramo de Juan Rulfo) y un ensayo (De fusilamientos, ya citado). Finalmente, esta clase de cuentos tienen el sabor de lo histórico porque mezclan personajes y sitios reales con ficticios y eso nos produce la impresión de estar leyendo auténticos pasajes patrios. Felipe Garrido, comp. El apóstol y otros cuentos de la Revolución. Monterrey, N.L.: Edit. Jus / UANL / INBA, 2010. 258 pp. (Colec. Antologías de los Centenarios).
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