TRANSICIONES
De coaliciones y nuevas formas de gobierno
Víctor Alejandro Espinoza

A la memoria del maestro Miguel Ángel Granados Chapa

Tijuana.- En las últimas semana la discusión pública ha girado en torno a la propuesta inicial del precandidato del PRI a la presidencia de la República, Manlio Fabio Beltrones, y retomada por un grupo de líderes de diferentes sectores de nuestra sociedad: políticos, empresarios, académicos, legisladores, gobernantes y destacados ciudadanos, quienes publicaron el pasado 10 de octubre un desplegado en diferentes medios de comunicación.  El objetivo era hacer un llamado para impulsar un gobierno de coalición a partir de los resultados de la elección presidencial del 1 de julio próximo.

Poco se sabe de la propuesta en concreto, ni tampoco como se instrumentaría. Sin embargo, el desplegado tuvo el mérito de abrir a la discusión pública un asunto toral para el futuro mexicano: cómo se debe conformar el gobierno emanado de la elección del verano próximo, buscando evitar su paralización a partir del escenario sumamente competido que se vislumbra y que sin duda no arrojará un gobierno de mayoría.

Se supo que  la propuesta es que si ninguno de los candidatos obtuviera el 51% de los votos o más, se daría la opción de que el nuevo presidente optara por un gobierno de coalición. No se sabe con qué partido o partidos. A lo mejor con los que queden en segundo o tercer lugar o con los que él decida. Se trataría de garantizar la mayoría para que “avanzaran las reformas” y “se contribuya a resolver los problemas nacionales”.

A lo mejor sería un espejo de lo que ya se aprobó en Baja California y que entrará en vigor en 2013: el Ejecutivo tendrá la facultad de optar por el modelo de coalición dentro de los 90 días siguientes a la instalación de cada legislatura. Eso significa un compromiso permanente y no las alianzas que funcionan de manera coyuntural según los intereses de los partidos representados en el Congreso.

En términos generales se trataría de pasar de coaliciones electorales a coaliciones de gobierno, cosa que no ha sucedido en México o en las entidades donde mediante alianzas coyunturales o electoreras temporales se accede al gobierno. Elio Arturo Villaseñor Gómez intenta darle sentido a una propuesta de gobiernos de coalición, afirmando: “Crear una plataforma política e iniciativas legislativas comunes entre los partidos que conforman las coaliciones, donde se conviertan en proyecto de gobierno y políticas públicas concretas y no se quede sólo en el papel. Para ello, tendría que haber un monitoreo constante por parte de la ciudadanía para exigir cuentas por no cumplir con lo establecido(…)En suma se trata de converger en una agenda común, que una vez acordada se convierta en un programa de gobierno e, idealmente, en un proyecto de nación. No obstante, ello de nada serviría si no hay voluntad política y disposición para construir consensos y soluciones específicas a problemas concretos. (“¿Gobiernos de coalición en México?”, Iniciativa Ciudadana 20,

http://www.iniciativaciudadana.org.mx/)

Insisto, no sabemos si esto se propone a nivel federal. Pero sería muy conveniente que la iniciativa fuera más allá de las buenas intenciones. Sin embargo, el sistema presidencial, como el nuestro, es poco propicio para el funcionamiento de un gobierno de coalición, sobre todo porque el poder es unipersonal, es decir, el Ejecutivo recae en una persona; lo cual conduce a gobiernos unificados o divididos. O se gana o se pierde el control del Legislativo. Las coaliciones le pueden servir al Ejecutivo para acceder al poder, pero poco para el cambio de contenido en las políticas públicas. Creo que las coaliciones son más proclives en regímenes semi presidencialistas donde hay un jefe de Estado (o presidente) y un jefe de gobierno (o primer ministro). El primero es electo directamente por los ciudadanos y el segundo procede de la mayoría del Congreso o de la coalición mayoritaria del parlamento. La opción es que el partido del nuevo presidente gane la mayoría también en el Congreso o las oposiciones negocian la coalición. Así de sencillo y de complejo, pero juntos van a cogobernar.

En un sistema como el nuestro las coaliciones no parecen tener futuro o al menos que nos expliquen bien como le piensan hacer. Porque la teoría política dice que lo mejor para propiciar la gobernabilidad es el semi presidencialismo.

Investigador de El Colegio de la Frontera Norte.
victorae@colef.mx