FRONTERA CRÓNICA
Afrentas de Calderón
J. R. M. Ávila

onterrey.- Este lunes 19 de diciembre, durante la entrega del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011, Felipe Calderón recordó tiempos en que era “furibundo opositor, antipresidente, antigobiernista”; escuchaba la música de protesta de Óscar Chávez y leía artículos de Lorenzo Meyer (ambas galardonados); y, para rematar, agregó: “nunca pensé que iba a estar del otro lado del mostrador”.

Calderón olvidó decir que era un “furibundo opositor, antipresidente, antigobiernista” desde la derecha, lo cual representa una postura política muy diferente a la que tenían Óscar Chávez en sus canciones y Lorenzo Meyer en sus artículos. Como no lo dijo, cualquiera creería que gracias a ellos piensa como piensa hoy y supongo que eso no los enorgullecería ni los halagaría.

Calderón olvidó decir que tampoco pensó que, al estar del otro lado del mostrador, emprendería acciones peores que aquellas a las que antes se oponía ante presidentes y gobiernos del PRI. Y aquí tendríamos que preguntarnos en qué casillero lo colocará la historia y junto a quién.

Mencionar a Chávez y a Meyer como admirados por Calderón, es afrenta para ellos. Aunque no faltará quien sostenga que aceptar un reconocimiento de Calderón es ya una afrenta para los galardonados: José Agustín, Pedro Miguel de Cervantes Salvadores, Jorge Fons, Jean Meyer, Pedro Julio Collado, Raúl Gerardo Quintero y el Grupo de Alfareros de San Bartolo Coyotepec, Oaxaca. Y, peor aún, un insulto para la memoria de Daniel Sada y Wilbert Alfonso de Jesús Herrera.

Sin embargo, supongo que los galardonados (entre los cuales, por cierto, no se incluyen mujeres) piensan que el reconocimiento no lo reciben de Calderón sino de México, como bien claro lo dejó Jean Meyer, al agradecer a México que, según dijo, “ha sido tan generoso conmigo” (Jean Meyer es de origen francés y se naturalizó en 1979).

En fin, Calderón bien podría firmar el poema “Antiguos compañeros se reúnen”, de José Emilio Pacheco, en el cual éste dice: “Ya somos todo aquello / contra lo que luchamos a los veinte años”.

Sólo que habría que guardar distancias, porque Pacheco es Pacheco y Calderón sólo es Calderón.