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LA LETRA
David González
Hoy en el área metropolitana de Monterrey, es delito, cargar mochila en la calle, cientos de miles de personas son sometidos a revisiones corporales principalmente por la tarde noche, en cualquier parada de camión, en mitad de la calle, jóvenes trabajadores en transito a sus casas o labores, son revisados en búsqueda de quien sabe que armas peligrosas o droga por parte de policías, actividad que se intensifica el fin de semana.
Ropa de trabajo, herramienta, vasijas vacías para el lonche, es el contenido de estas proletarias mochilas, avance de moda contra las antiguas redes que portaban hasta hace unas generaciones de trabajadores o la heroica vianda de los obreros que se exhibía con orgullo para demostrar que por lo menos se tenía una mujer que se preocupaba por ellos y los mandaban al jale bien comidos.
Tenis medio raídos, pantalones de mezclilla, camiseta con leyenda en ingles o de su equipo de fútbol favorito, todo adquirido en el mercadito de la colonia, pelones o greñudos de acuerdo a sus gustos musicales, arete, tatuaje visible, tostados por las jornadas bajo el sol, pero aun se atreven a reír, aun buscan la broma ingeniosa, después del trabajo aun tienen que convivir en el camión por lo menos una hora porque el jale no esta a la vuelta de la casa, cada vez está más lejos.
Una cerveza para soportar el calor y esperar que se vacíen los camiones, a mitad del camino a casa, aumenta el grado de peligrosidad, el sospechosísimo de ser ebrio y escandaloso, rata, mariguano, por resistirse, aumenta la posibilidad para ser, en el mejor de los casos extorsionado por los vestidos de azul, de otra manera vas esposado o encadenado como un peligroso delincuente a tocar los pisos pegajosos de las cárceles municipales a pagar la multa, mínimo 200 pesos, de ahí en adelante aumenta la tarifa, portar unos gramos de droga que te plantaron, o una navaja o por insultos a la autoridad, amenazas, tablazos o levantón por exigir derechos, por preguntar, por meterse en lo que no te importa.
Y allá en la casa, en la colonia, a donde creen que llegaron a salvo, por lo menos ese día, las redadas, el toque de queda, los azules levantando parejo, “porque corres”, “porque me correteas”, solo fue a la tienda por unas tortillas para el lonche, estaba en la puerta de la casa con la niña, pasaron correteando a los “pandilleros” que jugaban fútbol en la calle, es buen muchacho, estaba con la novia. En todos los municipios del área metropolitana es la misma política, recaudar antes de largarse a “ching a su ma” porque como funcionarios no la hicieron y quien sabe si vuelvan a tener una amigo en el gobierno.
Por otro lado el mito, la leyenda, el rumor, la realidad, los de la compañía, los de la letra, los Z, los que nadie conoce pero ahí están, que levantaron al vecino, que secuestraron al maestro y tuvo que vender el carro para completar lo que le pedían, que el de la tienda tiene que recibir cada semana, el taquero, el hamburguesero, comerciantes nocturnos entre cerrar o seguir pagando la cuota.
Los que levantaron a los bateadores de la colonia, el que no se disciplinó no volvió, todos oyeron, vieron o supieron pero no dicen nada, todos con miedo, todos saben que pusieron una tiendita y ahí esta la piedra, los polvos, los papeles. Día y noche llegan a pie, en carros finos o viejos, repartidores de comida rápida, cobradores, conocidos o desconocidos, se acercan a la ventana y salen gustosos y se pierden.
En Santa, por lo menos allá en la colonia, se da la novedad de que no hay venta de cerveza, pero de la marca “corona”, están los negocios con su propaganda, pero tienen prohibido vender de otra marca que no sea del “cartel de Monterrey”, perdón del Grupo Monterrey, un valiente, conocido y rebelde, profesionista que completa su ingreso con un deposito dijo que de plano ya no vende de esa marca porque le llegaron con armas a cuestionarlo sobre la orden que habían dado.
Las preguntas son muchas ¿Por qué negar la venta de esa marca?, ¿Quién se está beneficiando con esto?, ¿hasta dónde están controlando los de la letra?, o ¿ya están en el gobierno?, ¿son de los mismos?, en Monterrey Maderito autoriza al vapor un acuerdo para abrir más negocios, ¿de a cómo sería el moche?, ¿quién?, ¿quién?…..todos saben algo y no decimos nada, nos han contado, hablan y no vaya a ser que muevan el agua y se agite el mosquero, por lo menos mientras nos acomodamos en algún puesto del gobierno o disfrutamos de que antes de irse repartan algo.
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