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DÍA DE FUTBOL
J. R. M. Ávila
1
No, compadre, lo que sea de cada quien, tas bien güey. Mira nomás, cómo te desmadraste el dedo por venir al juego. No me digas que no te dolió porque no te voy a creer. A ver, déjame ver de cerquita. ¡Híjuela, si hasta parece que traes el dedo encajado en un higo! Nomás donde no se te vaya a reventar porque entonces sí, valiendo madre, ni tomando la pastilla para el dolor más fuerte se te va a quitar. Y eso no es nada, espérate a mañana. Vas a ver que te dan ganas de que te lo mochen. ¿Ya fuiste con el doctor? ¡Ah, sí! No me acordaba que el de la fábrica te lo había revisado. ¿Y qué te dijo? ¿No te la hizo de pedo? Antes di que te fue bien. Ese doctor es bien gacho. Necesitas irte muriendo pa’ que te dé una incapacidad. Órale, compadre, córrele. ¡Mira cómo están las colas pa’ comprar los boletos!
2
Lo bueno es que se está moviendo rápido. Ojalá alcancemos a entrar antes de que empiece el partido. Y a ver si no batallamos pa’ encontrar lugar. ¿No quieres unas semillitas? No, pos sí, ¿cómo vas a traer hambre con tamaño jodazo? Lo que sea de cada quien, pa’ hacer lo que hiciste hay que tener bien puestos los tanates. ¿A quién se le ocurre darse un martillazo adrede? Nomás a ti. Si no fuera porque te conozco, no lo creía. Oye, mira, la raza se está saliendo de la cola. ¿Por qué será? Pregunta tú mientras sigo formado. No, mejor ni vayas. Los chavos se salieron a comprar con los revendedores. ¡Chin, ya se acabaron los boletos!
3
¿Te fijaste en el revendedor? Quería picudear pero se fregó. Cuando vio que ya había empezado el juego y se le quedaban, los tuvo que dar más baras, bueno, si así se le puede llamar a darlos casi al doble de lo que cuestan. Qué bueno que nos esperamos, si no, nos la hubiera dejado ir bien gacho. Vente, mira, ya está ocupado donde nos sentamos siempre. Ni pedo, vamos a acomodarnos donde se pueda. ¡Puta madre! ¿Viste? ¡Ya va ganando el otro equipo! Hubiéramos comprado antes los boletos. Ahora ya ni modo, a ver si luego vemos el gol en la tele.
4
¿No quieres una cheve? Nomás deja que pase el que las vende y compramos unas. Oye, esto está lleno de a madre, hay gente hasta en los pasillos. Ni se te ocurra ir a miar porque no llegas. Mira, ahí viene el de las cheves. ¡Eh, chavo, dos por favor! No me oyó, compadre, grítale tú. Ah, qué bato tan sordo, parece que ni quiere vender. ¡Eh, chavo, dos por favor! ¡Sí, dos! ¡No, cocas no, cheves! ¡Chingao, compadre, ya no hay! Ahora nomás falta que nos mee un perro. Bueno, a ti ya te mió, mira nomás cómo traes el dedo.
5
N’hombre, compadre, pinche equipo no vale queso. Chingo de oportunidades que dejó ir pa’ empatar, y nada. Se me hace que si me meten de delantero por ese nueve que traen, la hago más que él. En su lugar, fácil hubiera metido un gol o hasta dos. Je je, se ve con madre desde afuera, ¿verdad? Se me hace que no le meto gol ni al arco iris. Mira, ya están regresando los jugadores. Parece que sacaron al centro delantero. A ver si así se les hace meter gol.
6
Qué gacho, compadre. No sé ni a qué vinimos. Nos jodió el revendedor, no vimos el gol, no encontramos cheves ni pa’ remedio, y luego el equipo ni desquitó. ¡Perder uno a cero, y todavía no ver el gol! ¡N’hombre, yo mejor ni voy a platicar porque la raza se va a reír de mí. Y tú menos lo cuentes. A ti sí que te fue peor. Mira nomás cómo se te puso la uña. ¿Pero a quién se le ocurre darse adrede un martillazo nomás por venir al juego? Pero esto no debe quedarse así. Te invito unas cheves. O qué, ¿te empezó a doler el dedo? ¿Cómo no te dolió en la fábrica? N’hombre, vente, que al cabo si no se te quita el dolor de perdido se te olvida ya punto pedo. ¿O me vas a desairar?
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