Trocaremos
la aurora en galerón para olvidarnos de que se ha de vivir
qué más
arrebatada lumbre surcándonos la espina
viento solar desanda
viste el techo del día su tregua de vapores
zurzo
cada pliegue del canto al izar fugitivo
a la pena
en cuanto escampa
lanzo dardos de sangre al carrusel que trepidante atempera y fecunda
como un grito en desuso que
al abrirse en los labios como un mártir hurgara
los saldos de la ira
*** **** ****
lo dice
mira cómo este sol de julio arroja su baba de oro sobre la piel de los muchachos
mira
los cables de luz enredándose en el cruce de las calles
los automóviles deteniéndose a tiempo casi sobre la franja peatonal
y nosotros
nuestra sangre en combustión nuestras miradas desmenuzándose
lumbre del vientre sosteniéndonos
lo dice
un lamento de gaitas deriva en aleteos
un caer de poleas el ánimo conduce
son las olas de julio
sopor que zigzagueante
las manías relava a la piel de los muchachos
***** ***** *****
me hablo en la soledad de la recámara
baja y báñate
prepara café
abre la puerta que da al baldío en el que pronto habrá un jardín
lo prometo sigo diciéndome
mis pies rozan los escalones
el descenso
mueve sus quemaduras la tarde
las desliza en la pared
medusas muertas caen
del mar
al agujero negro en el que antes brilló una supernova
un disco en el reproductor vuelve al track #1
y en el televisor
Burguess Meredith que habla
uno ve cosas o algo así
Sean Penn o el Detective Noonan
qué más da
capta el mensaje
¡You’re a cop! le grita John Turturro en el vagón del metro
lavo el vaso de la cafetera dispongo el filtro tres cucharadas conecto la clavija
así está bien
fragor de lluvia repentino
Ed Harris mata a Gary Oldman en los muelles
lluvia
nadie alejándose con sus pasos
las nubes
tambaleantes
me hablo
sal
moja tus pies en el arroyo de la acequia
alza la vista
pide
lave el tremor del agua el campo hundido de tus ojos
y tal vez
igual que Burgess Meredith
puedas ver cómo la oscuridad ampara un alma impune
cómo la estupidez y la insolencia te arrastrarán tarde o temprano
sin posibilidad alguna de escapar
al matadero
cómo la noche puede seguir su rumbo
así
mientras allá abajo en la calle matan a un hombre
nada por hacer
ni qué decirle
a quién llamar
no te lamentes Burgess Meredith porque la escoria recibió su merecido
tu propio miedo es suficiente
es tanto
que el alba se apresura
trae para ti rayos de sol
abriéndose paso como grandes cuchillos de venganza entre las nubes
Burguess Meredith
guárdate el nombre
retráctate
Noonan te perdonará la deuda
es lo habitual
se trata sólo de un charco más de sangre
de otro cuerpo de piel amoratada en la bahía
cuervos no romperán la calma de este amanecer
ventarrones no dejarán caer sus manotazos sobre la ciudad
puentes
chimeneas
motores de diesel
plantas de luz
autos de cuatro de seis de ocho cilindros
el tren urbano
las cocinas
las cajas registradoras en los outlets
los trascabos
las prensas donde fabrican toldos y cofres
los talleres de ensamblaje
nada va a detenerse ni lo sueñes Burguess Meredith
así que tú a lo tuyo
tú a lo tuyo
blood at the leaves
and blood at the rooth
black bodies swinging
in the Southern breeze
paro el disco en el reproductor
La Dama comprende
En el televisor la luz del Día de San Patricio arropa a Noonan
es una tarde de gaitas
café
el teclado
mi sombra
y ni una línea
****** ******* ******
ah sí esta música
su resonancia yéndose como un río de lenguas
una guirnalda de aluminio ensangrentándose al traslucir sus estamentos
en los andamios de la carne
la música
tiempo desensamblándose
rescoldos
roturas
ese abrazo que duraría toda la noche en este punto es polvo
partícula
ráfaga de luces a destiempo como un río de lenguas
como un río de lenguas
era música
las torres de bocinas
las luciérnagas quemándose los cuerpos
la noche ancestral
pies en el lodo
bolas de fuego serenándonos
la música un tibor un crisantemo
lezna
aroma
ojo de lince
pergamino
cera imperial
reloj
mástil
cítara
lúpulo
espátula
fonógrafo
la voz y el disco ángeles torpes y perplejos
la música
el rasgueo secular
la armónica
el perro ladrándole a un dios irrepetible a un tótem
que decanta
música
la palma de mi mano desbarrándose en el riel de tu columna
fosas nasales husmeándote
música
como un bulbo que arredra en el azar me inflamo
***** ***** *****
no habitarás de nuevo tu ciudad
podrás volver a ella
caminarás tal vez las calles donde lustroso adoquín y nuevos arbotantes
no ocultan sin embargo el olor a dulce de esos días definitivos
olor familiar
mezcla de sudor de cuerpos jóvenes
cebada
tabaco
manzanilla
no habitarás de nuevo tu ciudad
tendrás un piso
una ventana
un parque remozado
madrugadas de alcohol y discusiones
un lugar en la mesa quizás de tus verdugos
y viajarás en taxi
pagarás con tarjeta de crédito
saldrás de vacaciones
pero sábelo que no habitarás de nuevo tu ciudad
porque tu ciudad no existe
***** ***** *****
tú también pisarás la celda donde el padre
su paz y su catolicismo
donde el rencor
el arco memorioso que retrae plegarias infantiles
donde acaso la tristeza reine
y a nadie importe
tú también
pisarás la celda y darás cientos de miles de pasos en círculos durante años
limarás con tu mirada los barrotes
relavarás con tu baba de enfermo el áspero mosaico que será tu estación en adelante
y hasta el último día de tu vida
Gerry Conlon y Guiseppe lloraban por Belfast
tú por qué ciudad empeñarás tu alma
por qué calle levantarás la voz y harás que el mundo se consterne
qué acaso la poesía no debiera reconfortarte cuando ya disminuido por la noche insondable no quede en ti otra cosa que no sea pavor de saberte desnudo ahí
parece que es tiempo de que tú también te lo preguntes
qué es la libertad
¿tú crees que sea un grito reventándose en la lengua?
¿un escupitajo?
¿un golpe seco en la quijada de alguien a quien dices amar?
es tiempo de que tú también te lo preguntes
pronto
que la mañana se alza y con ella vuelve lo mismo
el oprobio
la sujeción
el yugo
con ella vuelve el oficio de pisar las bellas manos de los hombres libres
el oficio de reventarle los riñones a quien se los haya que reventar
por nada
ya se sabe
tú también pisarás la celda
y si bien te va podrás cambiar el calendario sobre el muro
salir al patio a ver cruzar aviones el cielo reluciente
ejercitarte
dejar que en ti germine la furia
el río de lava
el monzón
el huracán
que se abra en ti una puerta por la que asalten feraces caballos
es la celda donde el padre
no lo olvides
su piedad y su pena
su alabanza
su desmedido amor volcándose segundo a segundo
el padre
que no escribe poesía
que reza
el padre
que no lee poesía
que reza
el padre
al que no le preocupa lo que signifique la palabra poesía
no es el tiempo para que algo así le importe
y ya ves
el alba nítida lo premia entregándole el manto solar
el bálsamo
la absolución
Gerry Conlon y Guiseppe lloraban por Belfast
tú por qué ciudad empeñarás tu alma
por qué calle levantarás la voz y harás que el mundo se consterne
***** ****** ******
él lo dice
qué afán el nuestro por mantenernos juntos a pesar de la debacle
vamos en la pendiente y aún así nos resistimos dice
no le llevo la contraria
veo sus dientes rotos
me guardo su sonrisa
el cielo y el paisaje se mezclan
hojas
césped maltrecho
pájaros retirándose de la tarde
columpios en el jardín se mecen solitarios
una bolsa vacía se levanta con el viento como en Belleza Americana
Jeanne Moreau canta el poema de Wilde en algún tocadiscos
skaters se devoran la avenida
él me sujeta de las manos es para que ya no caigas más
me dice
pero yo digo caer es parte del asunto
****** ****** ******
resbalo
en la tristeza aceitosa
como en un tobogán
de cadmio y malva
surco
la gelatina oscura
de este mar en silencio al que ya
tasajean alerones
giro
a la vez me sumerjo
este lastre que soy barrunta su abandono
lumbre en la grieta restaña
el cautín se previene
reduce un haz
mi sombra
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es el creciente amago de las cosas
la perilla
el balance
su rebote en la madera
la suela del botín gastándose en el piso
sin pulir
del salón donde el cuerpo arremete
borracho de sudor
aquí la niebla no rompe la liturgia
llega puntual
al pómulo
el castigo
se ofusca la cuerda al rozarse
con la nada
pende del garfio el costal como un lomo de res
Luis Javier Alvarado
Luis Javier Alvarado es poeta regiomontano. Egresado de la Escuela de Artes Escénicas de la UANL. Ha ganado diversos premios locales y nacionales. Este fragmento es parte de la bitácora del proceso de creación del libro "El Hocico Húmedo de la Tristeza Borda Cantos" con el apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico de Nuevo León (CONARTE) en el rubro Creadores con Trayectoria 2009-2010
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