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TRIBUTO A…
Ricardo Díaz Vázquez
De un tiempo a la fecha en nuestra ciudad se ha dado en mayor frecuencia, los espectáculos de tipo musical donde se rinde tributo a artistas o agrupaciones, unos ya fallecidos, otros aún vivos. En ambos casos vivieron días de glorias pasados.
Los promotores los quieren legitimar diciendo que son personas autorizadas por aquellos a quienes homenajean, dando un aval a la calidad de los interpretes, como diciendo “No son simples copias, sino están enumeradas” como dirían de las obras graficas. Cuando son representaciones en vivo, los ejecutantes asumen los rasgos de la personalidad de aquellos a quienes rinden honor, además de buscar el parecido físico.
La idea del tributo no es nueva, desde hace tiempo se producía material sonoro haciendo referencia a que los músicos interpretes tenían experiencia y sus nombres no aparecían en ninguna parte del material impreso que acompaña a los discos compactos. Se reflejaba en el precio del material, que era menor que el de la banda original. También es un concepto valido, siempre que estemos conscientes de que estamos oyendo algo similar o “lo mismo pero más barato”, que estamos consumiendo surimi de camarón, no ensalada de camarones.
En nuestra ciudad ha habido políticos principal, pero no solamente, afectos a la insana costumbre de querer hacer pasar réplicas por originales, en unos casos si a quienes les fusilaron la idea vieran lo que hicieron con su concepto, estoy seguro que en lugar de sentirse halagados, estarían furiosos. Tenemos un palacio municipal, un hotel y por lo menos dos monumentos que en su momento quisieron hacer pasar “gato por liebre” en los tiempos en que las comunicaciones no eran instantáneas, ya hechas las obras ni modo de destruirlas y como dicen en el dominó: “paso por boba”. El último caso más sonado en lo arquitectónico es cierto puente que tiene tirantes.
En las actividades culturales, hemos copiado actividades que han sido efímeras y no han dejado más que la satisfacción instantánea. ¿Por qué en lugar de pintar sobre el asfalto obras del renacimiento, no buscamos que la juventud exprese en las bardas su creatividad y canalizar su necesidad de expresión en espacios ya probados. Acción Poética con un sólo integrante armado de voluntad férrea logra impactos más duraderos y contundentes, que réplicas de madonas pintadas en el asfalto que se diluyen al día siguiente, y que se van al caño causando más contaminación química.
diazvazquez@gmail.com
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