Dinero maldito
Miguel Treviño Rábago

Reynosa.- El Movimiento Progresista y sus asesores jurídicos y políticos, debieran concentrar todos sus esfuerzos, si desean anular las pasadas elecciones, en buscar el origen de los miles de millones de pesos y dólares que derrochó el PRI para ganar con una ventaja de más de 3 millones de votos.

Las tarjetas de Soriana con cien o mil pesos, o las de monederos de Monex, son pecata minuta. Lo fundamental es saber quién depositó miles de millones para que los utilizara el PRI sobornando a electores con bajos recursos económicos.

Sabemos que todos los partidos políticos reciben millonadas de pesos en subsidios que invariablemente van a parar a las cuentas de sus líderes. Eso no es nada nuevo en este país. Si el cura vive de la iglesia, qué de extraño tiene que los políticos vivan del presupuesto. El meollo del asunto es descubrir quiénes fueron los poderosos "contribuyentes" que depositaron los millones con los cuales el PRI se dio el lujo de rebasar los topes de campaña establecidos por la ley. Y esos miles de millones de origen turbio y sospechoso pueden tener varios dueños. Esos billetes tienen nombre y firma.

Podemos jugar con muchos nombres de famosos multimillonarios que aparecen en las listas de los hombres más ricos del mundo; otros sería los políticos más ricos de México como Carlos Salinas, Vicente Fox, Carlos Slim, Felipe Calderón, los dueños de las instituciones bancarias más poderosas en el mundo y no pueden faltar los gobernadores priístas de muchos estados del país. Y aquí es donde el Movimiento Progresista y Andrés Manuel López Obrador deben poner más atención y analizar entidad por entidad, dónde hay más delincuencia, dónde hay más obra pública y dónde no la hay desde hace más de un año.
¿Qué gobernadores se han visto envueltos en escándalos financieros que no han podido clarificar? ¿Qué gobernadores son enemigos jurados de la rendición de cuentas? En cada estado hay ciudadanos que pueden informar del comportamiento económico de sus "gobernadores".

Si el PRI dilapidó a manos llenas, hay que descubrir quiénes les llenaron las cuentas bancarias para comprar a todos los que tenían algo que vender. Y ojo, porque los precios están al alza en estos momentos cruciales. El dicho reza: según el sapo, es la pedrada. Sólo que estas "pedradas" van a convertirse en los famosos "cañonazos" del General Alvaro Obregón y no serán de 50 mil pesos de aquella época. Ahora serán pacas millonarias para retirarse "dignamente" sin dignidad, si es que de milagro la conocen.

Pero, cuidado: no me imagino cómo pueden reaccionar millones de mexicanos si la imposición es descarada y sin fundamentos jurídicos. No le jalen la cola al león que hasta hoy -mal que bien- lo ha controlado un López Obrador que ya se cansó de ser la burla de aquellos que se sienten dueños de México. Sobre aviso, no hay engaño.

Robo de placas
Y ya que andamos con la propuesta de que se investigue con cuánto "le brincaron" los gobernadores priístas para los "gastos de campaña" de Enrique Peña Nieto, déjeme comentarle que el escándalo político del momento en Nuevo León es el "robo" de más de 300 mil juegos de placas para vehículos de fuerza motriz. Todas ellas nuevecitas y con vigencia hasta el 2013. A nivel nacional ya se denuncia una extensa red de corrupción entre altos funcionarios del Gobierno Estatal, que encabeza Rodrigo Medina de la Cruz.

Lo grave es que el titular del Instituto de Control Vehicular está libre -dicen ellos- de toda culpa. Es un pobre "pentonto" engañado por sus malos empleados, que nunca se dio cuenta de nada. Y su defensa la han asumido quijotescamente el mismo gobernador Medina, el procurador Adrián de la Garza y el "vocero" Jorge Domene Zambrano, anterior director de ese mismo Instituto en tiempos del ex-gobernador José Natividad González Parás, quien dicen se perfila como colaborador cercano de Peña Nieto en el siguiente sexenio, si los tribunales así nos lo enchalecan.

Las versiones que la ciudadanía maneja son totalmente diferentes. Se habla de "replaqueo" de vehículos robados, papelería apócrifa, complicidad con bandas organizados de robo de autos que en Nuevo León el año pasado ascendió a más de 19 mil y este año ya supera los 7 mil. El caso es que todos los funcionarios del Gobierno de Nuevo León juran y perjuran que los 300 mil juegos de placas fueron partidas a la mitad, luego metidas a un molino y por último vendidas como chatarra y fierro viejo por una irrisoria cantidad, pues en "el kilo" pagan muy poquito. ¿Usted se lo cree? Yo tampoco. Todos ganaron, no hay detenidos y con descaro total los funcionarios de Nuevo León aseguran que el caso está cerrado. 

¿Cuál sería la cuota de Nuevo León para la campaña del PRI? Creo que andan muchos millones bailando entre el Cerro de la Silla y el Nevado de Toluca. El asunto de las "láminas" da para más y se lo estaremos comentando en nuestro grupo informativo al que lo invitamos a participar:

http://mx.groups.yahoo.com/group/elobservadorpolitico/

PAN arrolla en Tamaulipas
Y no podemos dejar de comentar la paliza electoral que se llevó el PRI en Tamaulipas que entre otras cosas es uno de los estados con muy escasa obra pública. Tal vez porque los recursos multimillonarios también tuvieron otro destino por aquello de los" contribuciones" a la causa del candidato tricolor. El caso es que el Partido Acción Nacional arrasó con la mayoría de las diputaciones federales y las senadurías. Por si fuera poco y para mala fortuna de sus gobernadores, la señora Josefina Vázquez Mota le ganó a Peña Nieto en las urnas. Las cuentas les salieron mal a Rodrigo Medina y a Egidio Torre Cantú y ni pena les da, porque ambos se niegan a relevar a los funcionarios y dirigentes que salieron con las cuentas mochas. ¿Cuál sería la cuota de Tamaulipas para la campaña del señor identificado como EPN?

Trío de ex gobernadores
Mientras la PGR ya corretea por todo el mundo a a los ex gobernadores Tomás Yarrington Rubalcava y Eugenio Hernández Flores, ahora resurge el caso del también ex gobernador y derrotado candidato a senador del PRI, Manuel Cavazos Lerma. Según nos informan, el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI) solicitó a la PGR le proporcione información de la denuncia penal que interpuso Omar Durán Perales, ex subdirector de Inspección y Vigilancia Agropecuaria, Forestal y Pesca de Tamaulipas por ser testigo y denunciante de presuntas actividades ilícitas durante la gestión de Manuel Cavazos Lerma, íntimo amigo y cuate del nunca bien ponderado Carlos Salinas de Gortari.

El ex funcionario manifestó en 1997 que se percató de operaciones del fallido tipo "rápido y furioso" hacia México desde Estados Unidos, con la complicidad de funcionarios estatales y federales en los tiempos en que Cavazos Lerma era el "virrey" en Tamaulipas. Ahora estaremos al pendiente si la PGR procede ya no contra dos, sino contra tres ex gobernadores tamaulipecos. Triste para nuestro estado estar en todas la notas rojas del país, pero más triste que no se cumpla la ley y se haga justicia.

Impunidad descarada
Pero lo que no causa tristeza sino indignación, es la cínica impunidad que se brinda a funcionarios del Banco HSBC, que después de aceptar en Estados Unidos que "lavaron" miles de millones de dólares de procedencia ilícita, solamente se les imponga "una multa", con la promesa de no volverlo hacer. De qué sirve entonces tanto cacaraquear que allá sí funciona la política de "cero tolerancia". Nada. Puras mentiras y total impunidad. Y otro botoncito es la formal prisión contra nueve empleados de la Guardería ABC, donde murieron quemados vivos 49 niños, en Hermosillo Sonora. Lamentablemente entre los responsables no aparecen ninguno de los 5 socios-dueños de la estancia, entre ellos Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo, prima de Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón. Estos son sólo dos ejemplos de que en México las leyes son hermosas, pero están de adorno.

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