El frenesí del alcohol
Gerson Gómez
Monterrey.- Llegamos temprano al happening: el momento hipnótico de envolvernos con la música: el espacio es amplio: toda la terraza de la casa antigua de los años cincuenta en provincia:
Nos arrojamos al frenesí del alcohol: las buenas vibras deambulan en carretadas: ingerimos cerveza y agua loca: la festividad a cielo abierto: la mayor parte de las viviendas son oficinas: en eso se ha convertido el centro de Monterrey: vive por horario oficial: quienes pudieron abandonaron las propiedades: renunciando a la vieja Sodoma: la inmensa mayoría emigró sin voltear: negando el pasado: se llenó de malvivientes: vagabundos itinerantes: melancolía engañosa bajo el remordimiento:
Asombra el movimiento vigilante de patrullas: juegan con lumbre: con sus víctimas: han autoimpuesto el toque de queda: quien no ha estado en la Alamey no conoce Monterrey: dice Ghedi: cuando trata de recrear el castigo: sin autorización: lejos de pasmarme lo fanfarrón: me ablando: uno de sus amigos tiene conectes: vamos a fumar a su carro: el grupo de chicas cruzamos el local: como lo hace el tren rumbo al norte: el avance requiere el esfuerzo del maratonista: resucitamos la vigilia desde un auto compacto: hechas bolas: tirando humo: volando en la conversación sin razón: alcanzamos a elevar la amabilidad:
Me recuerdan al argentino: tan despreocupados: como muy pocas personas: descubriendo el arranque geométrico de la confirmación: ¿eres feliz?: me preguntan: sí: por supuesto: a mi manera: contesto: lo asumo como si formáramos parte de un equipo de futbol: por las líneas imposibles del mundo: dos de ellas se besan: me antojan: les digo: en el filo del asiento me incluyen: soy el placebo para sanar la enfermedad: retirar la calentura: nos frotamos las espaldas y las piernas: franeleamos el asidero infalible: hacemos estallar toneladas de pólvora: iluminando de colores bajo la cintura: la pequeña cofradía simpatiza con el trébol de cuatro hojas:
Quiero regresar a la reunión: a estar con Ghedi: quedo a modo: efervescente: irreconocible para mi perfecta memoria: sentir lo quemado de la excesiva sed: a retribuir las emociones aprendidas: el asfalto es la arena de mi playa: desfilando frente a quienes convulsionan bailando: seducidos por el azul eléctrico del sintetizador: destilando inquietud lo busco: no lo encuentro: nadie lo ha visto: me atañe y me afecta la desaparición: pondero serena las posibilidades: se ha marchado a la buhardilla: saludo a la tristeza:
Consternada al menos transpiro mi propia frontera: ojalá estuviera presente: para reprocharle su desproporcionada ausencia: encontraríamos juntos el hueco: pequeño remanso donde nos guarecemos: lo erotizaría como si estuviera loca: revolucionaria su mente de autodidacta: puedo moverme con tranquilidad: buscar el taxi para regresar: o enviarle un mensaje:
Mi cabello se ha puesto escandaloso con tanto viento: en el rincón del tejado encuentro a uno de sus amigos: se ofrece a llevarme de regreso: ante la dificultad extendida del transporte: es lo más conveniente: en el trayecto hablamos de la poética de la luna: como curar el insomnio con pachuli: su mirada es enfermiza: de sentido detectivesco: llegamos: es un hombre razonable: insiste descender a saludar a mi pareja: en la lejanía la luz del televisor encendido: descorro el pasador: en el pabellón Ghedi luce en boxers: sin camisa: intentamos ser amables: la madrugada descorcha las ilusiones recuperadas.
