La Mancuspia Lésbica
Eligio Coronado
Monterrey.- Desde hace mucho tiempo la literatura se ha ido abriendo paso hacia la diversidad sexual. Tal vez no lo sabíamos, o lo sabíamos pero preferíamos ignorarlo por injustificables motivos: intolerancia, incomprensión, prejuicios, discriminación, etcétera.
¿En qué difiere la literatura lésbica de la literatura heterosexual? Aquí también hay dos personas que se aman o, para ser extremistas, se desean. Aquí también hay dos corazones que se identifican, dos pensamientos unidos, dos emociones compartidas y dos destinos que confluyen en uno solo.
Entonces, ¿cuál es la diferencia? ¿Mujeres que aman a mujeres? De acuerdo, pero la literatura es la misma: nace de un sentimiento que surge naturalmente, de una soledad que duele, de una tristeza que angustia, de un placer anhelado y de una pasión que roza el erotismo y alcanza excelsitudes espirituales, y que busca una correspondencia inmediata y una satisfacción duradera.
En Mujérica* (Papeles de la Mancuspia, núm. 754, de agosto de 2012), Lorena Sanmillán ha reunido a treinta y tres autoras que desde su universo personal reflejan ese universo literario: “Amo a esa mujer / que recorre a saltitos los pasillos / con su blanca lucidez / de muslos asexuados” (Mariela Dreyfus, p. 2), “Quisiera disfrutar tu pecho izquierdo, volver a sentir de nuevo que me llena la mano” (Gisela Kozak Rovero, p. 3), “Sueño con un lugar entre tus pechos” (Audre Lorde, p. 2).
El deseo es el puente directo al erotismo y estas autoras lo manifiestan intensamente: “Mi lengua perturbada recorre sus senos, sus pezones inflamados, su vientre liso, se interna en su vulva” (Sara Levi Calderón, p. 3), “Más tarde me habituaría a los imperativos de Eva, pero en ese momento mis sentidos lo único que percibían era cómo un deseo sofocante y viscoso hacía temblar mi cuerpo” (Susana Guzner, p. 3), “En torno a ti, esparcidos, sollozaban los nardos / y tus senos se erguían, intactos y orgullosos” (Renée Vivien, p. 2).
Como se ve, se trata sólo de un ser humano que se enamora de otro ser humano y lo desea. No hay nada más natural que dos seres humanos se enamoren y se amen naturalmente. Dos seres humanos cautivos de un sentimiento natural: el amor. Un amor que ya se atreve a decir su nombre, y que a mí me parece un nombre bastante natural: amor lésbico.
Entre las autoras seleccionadas por Lorena Sanmillán (Monterrey, N.L., 1973) para este número especial (que incluye poemas, cuentos, fragmentos de novela, una carta, un monólogo y un fragmento de diario) figuran: Virginia Woolf, Safo de Lesbos, Gertrude Stein, Simone de Beauvoir, Sor Juana Inés de la Cruz, Cristina Peri Rossi, Gioconda Belli y Alejandra Pizarnik.
*Lorena Sanmillán, coord. Mujérica. Papeles de la Mancuspia, núm. 754. Monterrey, N.L., agosto de 2012. 4 pp., Ilus. por Aubrey Beardsley y citas de la autobiografía de Chavela Vargas: Y si quieren saber de mi pasado… (Madrid, Edit. Aguilar, 2002).
