Porquería de mundo

Nora Carolina Rodríguez

“El mundo fue y será una porquería… ya lo sé…”

Tango Cambalache de Enrique Santos Discépolo

La ciudadanía ya no se deja llevar tan fácil por las consignas demagógicas. La convocatoria para registrar los números de celulares con datos de identificación del portador, han resultado un gran fracaso.

La intención de tener control sobre el uso de telefonía celular a través de la inscripción al Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Renaut), instigando a la población usuaria, que llega a más de 85 millones de teléfonos, no tuvo el eco esperado, porque la gente se pregunta, y ¿para qué quieren saber mi Curp y santo y seña míos para poder atender una simple llamada telefónica? Yo no les creo que con eso van a controlar las llamadas que amenazan a la población con extorsiones y secuestros exprés y no tan exprés. El 30 por ciento de la población usuaria, tampoco.

Y no es que quiera usar los números estadísticos para demostrar lo que a las claras se ve, pero si quienes utilizan un celular, o dos, o tres,  son aproximadamente 10 millones de personas, ahí ya los datos de los registrados no les van a cuadrar, porque en un país con más de 50 millones de personas en pobreza extrema y aproximadamente 5 millones en pobreza absoluta, en la indigencia, es difícil, si no imposible, el creer que la gente que no tiene absolutamente ningún ingreso pueda usar un celular.

¿Y qué van a hacer los grandes consorcios telefónicos?  No van a arriesgar ganancias promisorias de 30 millones de usuarios cancelándoles el servicio. No, por supuesto que no. Lo que van a hacer, seguramente, es lo que se hace siempre: van a dar una prórroga. Y esa prórroga se va a extender ad infinitum, porque no van a lograr ni que la delincuencia organizada registre sus datos, ni que la población civil inconforme lo haga. Lo siento, Cofetel, lo siento, IFE, es una lástima que las instituciones sociales cada vez tengan menos legitimidad. Las instituciones se preocupan por las ganancias de las telefónicas, no por el bienestar social.

El tango Cambalache y las letras del grupo Molotov siguen vigentes. Bien harían en rapear un tango, el tango del RENAUT.

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