PUNTOS CARDINALES
Emergencia sin puertas

Óscar Palacios

A mi hermana Hilda, que ya comienza a ser polvo. En su memoria.

San Cristóbal de Las Casas.- La muerte tiene muchas aristas. Hay la muerte anunciada, la que marca el tiempo y la enfermedad. La hay inesperada, la de un joven alocado que se accidenta por exceso de velocidad. Parece ser que la muerte sólo sacude a nuestro interior cuando se trata de una persona cercana con quien con construimos la memoria del ser, con los buenos y los malos momentos de que está hecha la naturaleza humana. La sangre derramada a distancia podrá conmovernos un instante y la vida sigue. Hay, entre otras muertes, la muerte que afrenta a una sociedad y se mete hasta el tuétano. Es el caso del casino Royale de Monterrey.

La muerte deja entonces de ser el mito nacional de la carcajada, lo lúdico del más allá, de las calaveritas de azúcar y se transforma en un fantasma del terror, que no del terrorismo, al observar la indolencia de las autoridades que desgranan hipócritas discursos frente a una masacre que ofende la dignidad nacional. La otra cara de la impunidad, de la mediocridad en el acto de gobernar, del no me importa cuantos caigan en aras de mantenernos en el poder. Y lamentable también es que los cinco detenidos por el caso sean puros jóvenes. Gracias, presidente del empleo.

Sólo se trata de eliminar al adversario. El juego billaresco de la carambola. Te golpeo a ti priísta Rodrigo Medina —que lo juzguen los neoleoneses--; te fastidio a ti Santiago Creel, que repuntas en las encuestas y te olvidas que entregaste en venta de garage permisos para casinos, casas de juego y etcétera y te involucro a ti narcotraficante para justificar mediáticamente que la guerra bien vale una misa. Haiga sido como haiga sido.

A todo lo anterior agreguemos una constante: siempre están cerradas —o no hay— las puertas de emergencia. La corrupción como socia de la muerte. Todos los estados presumen su burocracia de protección civil. Sólo se asoman cada quince días para recibir el cheque Basta recordar —y no olvidar— la tragedia en la guardería de Hermosillo, la del News Divine, la de los indocumentados de San Fernando, entre otros tantos.Y nosotros olvidamos demasiado pronto para darle paso a otro espectáculo del terror que pareciera terrorismo de estado, y olvidamos, sólo olvidamos .¿Hasta cuándo? ¿Vamos a esperar que nos toque la muerte de un familiar, de un amigo querido? Olvidamos.

En ráfaga
Por más que se cuide uno, el peligro ahí está. El periodismo crítico molesta por igual a narcos y políticos. Ya hay demasiados muertos por su pluma flamígera. Ahora le tocó a Humberto Millán, de Sinaloa. No importa la distancia. Sólo nos queda ser solidarios con su familia y amigas y lanzar una protesta, aunque sea al viento. RIP.

Yo el supremo —perdón Roa Bastos— comandante en jeje Calderón ya abrió otro frente guerrero. Antes el presidente priísta en turno corría a los gobernadores sin decir agua va. Ahora, el panista nomás los desprestigia. Michoacanazo para apoyar a Cocoa, filtración del super endeudamiento para hundir a los Moreira y... mejor agréguenle ustedes.

Pobre traje de chiapaneca. Beatriz Paredes, con su frondosa humanidad más parecía Jucha, se disfrazó de tal la noche en que impunemente le entregaron la medalla al mérito ciudadano “Rosario Castellanos”. Seguro que doña Chayito se sacudió en su tumba. ¡Ay Rosario, cuantos crímenes de lesa cultura se cometen en tu nombre!

Y a los jóvenes a quienes les interese, les comento que todavía es tiempo para que se inscriban en el “Concurso estatal de oratoria y debate público 2011”. Si tienen entre 18 y 25 años acudan a la dirección de de educación superior, edificio B o comuníquense al teléfono 01961 61 8 83 00, extensión 40256.

Y ya con esta me despido: Honestamente no sé a cuanto asciende ─de existir─ la deuda pública de Chiapas. Como aspiro a hacer un periodismo a fondo, ético, prometo investigar concienzudamente, pero eso llevará un buen tiempo. La respuesta la tendrán puntualmente el 9 de diciembre de 2012. Servidos.

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