Larry en su vía láctea
Hugo L. del Río
 
Monterrey.- Fernando Larrazábal será gobernador de Nuevo León y después… El hombre apenas empieza su carrera política: en su futuro no hay límites.
 
Sólo quería darle unos cuantos consejos. Eso de “déjenme mirarlos a los ojos” está muy bien, pero la política es un oficio lucrativo en el que hay que invertir millones para obtener trillones.
 
Larry debe ponerse de acuerdo con Gabriel Navarro: desígnelo secretario de Seguridad Pública Municipal y reclute, en el papel, a cinco mil policías con sueldos superiores a los de Fuerza Civil.
 
Maderito será el responsable de los parquímetros y los dulcecitos que tanto le gustan. Miguel Ángel García organizará una enorme granja porcícola con marranos trompudos: los convertirá en carnitas que, acompañadas de quesos, harán las delicias de los acarreados.
 
Nada es gratis. Juan José Rojas Cardona deberá poner su parte. Le sugiero que mande hacer camisetas con la cara de un Larry sonriente al frente y la imagen de una maquinita en la espalda.
 
El “slogan” de  Larry puede ser: “Vasconcelos y yo cambiaremos a México: convertiremos a la raza cósmica en la raza cómica”.
 
No olvidemos a los tránsitos: tienen su corazoncito. En nómina se les sube el sueldo a 20 mil pesos mensuales y en la vida real se les rebaja el sueldo al tiempo que les exigen diez mil diarios a cada uno. Sugiero que Larry contrate como jefe de esa área a un inspector vial de Reynosa.
 
Y los casinos qué. Los camineros esquilman al respetable lo suficiente para pagar impuestos a los tres escalones de gobierno y a los narcos. Hagan un pequeño sacrificio y aporten recursos para la causa. Digamos que inviertan en la compra de quesos tres, cuatro millones al día. Cada desplumadero, desde luego.
 
Está, naturalmente, la obra pública. Los cobros se los encargamos al dúo dinámico Madero-Blanco: no importa que los inconformes de siempre se quejen de que el porcentaje es “intolerable”. Ya saben el remedio:
 
Materiales baratos. Si los edificios se caen será cosa del destino.
 
Acción Nacional no representa ningún problema. Larry les entregará Nuevo León ahora sí que, sin exagerar, en bandeja de plata. Quién se va a acordar de tan molestos vídeos. Bah: pelillos a la mar.
 
Y una vez instalado en la sillita del palacio de cantera, desde las más poderosas cadenas transnacionales de supermercados hasta el más humilde puesto callejero, ¿quién se va a negar a comprar  los quesos de Jonás?

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