HORIZONTE CIUDADANO
La despedida
Rosa Esther Beltrán Enríquez
altillo.- Concluye el sexenio 2005-2011; una administración que termina exactamente como lo predijo Carlos Moreira: “La historia de Coahuila será otra a partir del antes y el después del sexenio de Humberto Moreira”. ¡Qué sabiduría la de don Carlos! Porque nadie esperaba que después de la “administración de la abundancia”, el profe que los cuidaba hundiera en la debacle a los coahuilenses.
Coahuila se encuentra ante una devastación política, democrática, institucional y económica que no tiene paragón, a la que llegó en sólo cinco años y medio y tan grave que no se le desea a ninguna entidad de la república.
En 2005, al tomar posesión, Humberto Moreira prometió: "Ofrecemos un gobierno honesto, dinámico y cercano a la gente, que garantice acceso a la información pública, que rinda cuentas claras y oportunas en finanzas públicas. Para eso implementaremos un tablero de control que muestre en tiempo real el desempeño de la economía, la seguridad, el desarrollo social y las finanzas públicas. Estableceremos paneles de desempeño para funcionarios públicos y auditorías constantes para vigilar el correcto uso de los recursos públicos. Vamos a fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones trascendentales para el estado".
Luego resultó que ningún programa social del Gobierno del Estado fue transparente, violando así las disposiciones del Artículo Sexto Constitucional de la Ley de Acceso a la Información Pública y la Ley General de Desarrollo Social, así como la similar de Coahuila.
El Monedero de la Gente, después denominado Tarjeta de la Gente, el Agua de la Gente, las Farmacias de la Gente, el Programa de Apoyo Inmediato (PAI), los Zapatos y Uniformes de la Gente y la Tarjeta de la Salud, aunque se requirió en innumerables ocasiones información sobre esos programas y los padrones de beneficiarios de ellos, las respuestas fueron siempre negativas, tanto en el Congreso local como en el Poder Ejecutivo; opacidad financiera, administrativa y fiscal fueron la constante del Gobierno de Moreira.
A finales de 2008, Humberto Moreira lanzó la “Tarjeta de la Gente”, que donaba 200 pesos mensuales a los derechohabientes. Después de los reclamos sobre la falta de rendición de cuentas por presuntos malos manejos en el programa de la Tarjeta, Humberto Moreira reconoció públicamente las irregularidades de la Tarjeta a la que se destinaron más de 700 millones de pesos.
En cuanto al combate a la corrupción, los coahuilenses hemos sufrido durante esta administración, no sólo grados de corrupción que no se habían visto antes en áreas como la procuración e impartición de justicia, sino que además hemos tolerado la impunidad total.
Esta administración será recordada como la que menos servidores públicos sancionó por actos de corrupción, de manera que, la Secretaría de la Función Pública resultó una instancia realmente inútil y que se hizo de la vista gorda en casos como el del Distribuidor Vial Revolución de Torreón, el caso del tío del gobernador favorecido con contratos de obra pública, el caso de las tarjetas de la gente que en su momento denunciara el propio Jorge Torres, el caso del Icojuve, el Inedec, el fraude en la Secretaría de Desarrollo Regional de la Laguna, y tantos otros.
Cuando era diputado federal, Rubén Moreira exhibió en la Tribuna de la Cámara de Diputados el fracaso de la Fiscalía General, al pedir, con el resto de los diputados federales del PRI en Coahuila, que la PGR atrajera la investigación de 185 (ahora más de 200) desparecidos en Coahuila. Es decir, “reforzó” y confirmó la incompetencia de las autoridades de Coahuila en materia de combate al secuestro.
Los homicidios brutales y sangrientos siguen sin resolver, sin una respuesta final y pública, son cientos y la constante de la Fiscalía General ha sido la opacidad y el silencio: no se esclareció el asesinato de la Familia Siller Galindo; el de la ex delgada de la SCT; el secuestro de Félix Batista, el caso de las Narcofosas de Arteaga y las de Guerrero. Los ataques a diversos penales de la entidad, como el de Torreón, donde además fueron asesinados varios reos, entre otros.
El recuento puede seguir, no se agota. ¿Será por eso que la casa de los ciudadanos, el Congreso local fue blindado? ¿Tienen miedo a la justificada ira ciudadana? Es muy justo el reclamo popular, “justicia y rendición de cuentas”. Por eso mañana nos vestiremos de luto ante la muerte de la democracia, de los poderes republicanos y de la trasparencia en esta entidad.
Posdata
Dicen los enterados que antes del 15 de diciembre el Rector de la UA de C abandonará su oficina y llegará un nuevo inquilino designado ya sabe usted por quién.
