Satanizar a la víctima
Hugo L. del Río
onterrey.- Uno de los juegos más perversos del Estado mexicano en la “estrategia” de represión a los cárteles consiste en satanizar a las víctimas tanto de los narcos como de las fuerzas gubernamentales:
Los civiles asesinados o abatidos en el fuego cruzado son, en principio, personas vinculadas al crimen organizado.
La burocracia política considera que ponerles a los civiles caídos la etiqueta de sicarios o halcones justifica la indolencia, ineptitud o complicidad de jueces, fiscales y policías. Eran de los malos:
Ergo, no hay nada que investigar.
El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad está pagando con sangre y difamación el precio por denunciar el mal manejo del combate contra las redes del tráfico de estupefacientes:
En Hermosillo fue asesinado el activista Nepomuceno Moreno Muñoz, a quien el Presidente Felipe Calderón prometió proteger.
El sonorense se unió a la asociación creada por el poeta Javier Sicilia para evitar que cayera en el olvido el secuestro de su hijo y otros cuatro jóvenes, levantados hace un año por la policía de Ciudad Obregón.
Como se acostumbra en estos casos, el gobernador Guillermo Padrés, el procurador Abel Murrieta y el vocero oficial, José Larriga, se apresuraron en demonizar a Moreno Muñoz: estuvo en prisión, por lo tanto, estaba al servicio de la narcodelincuencia.
En octubre de 2010 fue muerto en Michoacán Pedro Leiva Ortiz, también activista del MPJD.
Tomar posición a favor del derecho a la armonía social y la probidad es, para el gobierno, un pecado que, a menudo, se paga con la vida.
Sicilia es ingenuo en política. Quizás también lo sean muchos de los 23 mil mexicanos que firmaron la demanda contra Calderón. Es casi seguro que la Corte Penal Internacional la rechazará:
Parece adolecer de fallas en la técnica de la jurisprudencia.
Pero ni la falta de malicia ni los errores de abogados acreditan la reacción no sólo gubernamental, sino ahora, también, la de Enrique Peña Nieto.
La Procuraduría General de la República anunció su disposición a investigar a los demandantes.
Ambicioso proyecto: son 23 mil.
Y Peña Nieto descalificó a los denunciantes y se puso del lado del mandatario panista. El mexiquense nos mandó un mensaje muy claro:
El único cambio que habrá en su sexenio, si gana la elección, será acelerar los procesos de militarización e injerencia de Estados Unidos.
El PRI y el PAN son lo mismo.
Si no me cree, pregúntele a Elba Esther.
