PUNTOS CARDINALES
De mariachis a mariachis
Óscar Palacios

an Cristóbal de Las Casas.- Cómo la ven. Un gobernante “mariachi” va a la Corte Internacional de La Haya por su devastador juego de guerra y El Mariachi al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Ni duda cabe, hay de mariachis a mariachis. El primero ha enfermado al alma nacional y el segundo, con la alegría de las cuerdas y el viento y las notas bravías, nostálgicas nos levantan el ánimo alicaído para gritar una vez más, ¡ya basta!

Nada pasará en La Haya, pero aquí ya pasó: un berrinche más del héroe de las mil batallas perdidas que con voz flamígera, con el verbo encendido de frustración arremete contra sus acusadores a quienes amenaza con demandarlos por calumniadores. Sólo él no sabe lo que está pasando en México. Debería escuchar cualquier noticiero para el tamaño del infierno de todos tan temido: muertes, secuestros, destazados y el largo etcétera que gobierna la realidad nacional. Nada le pasará al socio regaladito que a todo dice que sí viniendo del extranjero.

Y a ese trago amargo de estar en las noticias de todo el mundo, con la vergüenza —aunque no la tenga— a cuestas, sumemos lo expresado por el escritor colombiano Frenando Vallejo al recibir el Premio de la FIL de Guadalajara, para rematar lo que ya casi tiene encima. El adiós a Palacio, al poder, a las prebendas, al coro de achichincles aprovechados del ego retentado de quien dice nos gobierna. Vallejo es, sin duda, un personaje polémico. Quienes lo invitaron  saben —o deberían de saberlo— que no tiene pelos en la lengua. Quizá no estemos de acuerdo en su llamado a no votar. Si votando andamos en brazos de la anarquía, imagínense si no fuera así. Simplemente se llamaría dictadura. En fin, Vallejo –La virgen de los sicarios, La Puta de Babilonia— bien vale una misa. Ojalá no me salgan con el artículo 33.

Mientras tanto, la república amorosa va. Me extraña  el chacoteo que ha provocado que AMLO hable de amor. ¿No es acaso lo que más buscamos en la vida? El amor en todas sus manifestaciones. ¿Acaso no nos dicen en la escuela del amor a la patria? El amor es una cosa esplendorosa, decíamos en los sesentas. Hagamos el amor y no la guerra. Paz y amor. Así que no veo por qué tanta suspicacia. Creo que ya es tiempo de la fraternidad, de respeto de los valores para poder reconstruir esta nación tan herida. Aunque sea un poquito, pues, y un mucho de decencia.

En ráfaga
Qué quiso decir Santiago Creel cuando declaró que hace falta menos balas y más inteligencia. Acaso está diciendo que el actual presidente carece de ella. Se los dejo de tarea.

Y en Chiapas, después de la llamarada de petate de que el senador Velasco Coello sería el candidato del priverdismo a la gubernatura, las aguas están volviendo a su nivel. El muchacho está nervioso, siente que el asunto se está derrumbando. Don Peje hasta ya invitó a cualquier candidato frustrado del PRI. Mi voto sigue con el tapado.

El rector de la UNACH ya no sabe que hacer para acaparar primeras planas. Salió con el cuento de intercambios internacionales en materia de turismo. Viajará un grupo de estudiantes a Orlando, Florida para que aprendan del Parque Disney. No sé que van aprender —aparte del relajo y los espectáculos─ será de jardineros, de lavaplatos, de miquimaus. Ah, la demagogia.

En San Cristóbal hay una especie de estado dentro del estado. Cada quien hace lo que quiere. Hay grupos que son dueños de una sección del agua, otros dueños de los drenajes, otros dueños de las ligas deportivas y la autoridad brilla por su ausencia. A qué le temen. A lo mejor doña Cecilia Flores lo sabe; ¿o no sabrá qué es la autoridad?

Y ya con esta me despido. ¿Será verdad que el diputado local Enoc Hernández ya se registró como candidato a legislador federal por el duodeno distrito?