HORIZONTE CIUDADANO
La unción de Moreira II
Rosa Esther Beltrán Enríquez
altillo.- El día de ayer asomó a Coahuila la faz de una señora maravillosa: la participación ciudadana. Ella venció a la incondicionalidad, a la sumisión ante el poder, al vasallaje; y vino de la mano de la libertad de expresión, de la libertad de manifestación; extraordinario, sorprendente en un contexto que se había caracterizado por la apatía y el miedo.
El periódico Vanguardia se lució con su sección especial de cartas al gobernador, y los editoriales no se quedaron atrás. Nuestro colega Enrique Abasolo tocó puntos medulares en su misiva a Rubén Moreira, al señalarle al recién ungido gobernador, que respete las instituciones autónomas, como la ley lo establece, tanto las universidades como el ICAI, el IEPC y el Poderes Legislativo; igual reclamó el respeto a la prensa libre, en fin, su carta no tuvo desperdicio.
También Onésimo Flores en su carta hizo reclamos a las incongruencias que el actual gobernador, Rubén Moreira, ha mostrado durante su desempeño como diputado federal y dirigente estatal del PRI, además de las propuestas viables que sugirió.
El arribo de esa ciudadanía actuante y exigente es una señal alentadora porque los agravios recibidos por parte del priismo y de los funcionarios públicos son muy graves y como bien lo señalaron los colegas citados, es imposible pensar que el gobernador Moreira los desconociera y además ni siquiera los mencione.
En cambio, la parafernalia priista del pasado no muestra al nuevo PRI que Peña Nieto pregona, y es que como dice la canción: “Es que aquí no hay novedad”. El nuevo PRI, no existe.
Conviene señalar que en su toma de protesta Rubén Moreira señaló: “Que nos divida la defensa de las ideas y que nos una el amor por Coahuila de Zaragoza”. Bueno, ahora está de moda abanderar el amor como forma de relaciones políticas, lástima que en esta entidad lo que ha sobresalido en los funcionarios públicos ha sido el amor por el dinero; en cambio, el amor por la ética política es algo desconocido para ellos, porque como acertadamente dijo Sabina Berman, para estos políticos, la moral es un árbol que da Moreiras.
Un ejemplo de ello es que los diputados de la LVIII Legislatura se retirarán con una bolsa económica de 650 mil pesos y hasta ahora ninguno ha declarado que estaría dispuesto a donar, al menos una parte de ese dinero para pagar la deuda; nadie se percibe responsable, ni los de la oposición, porque todos se sienten merecedores de recibirla.
Pero además, conviene que quede claro que el gobierno de Rubén Moreira cayó en la frivolidad al elegir como slogan, “Coahuila ¡Aquí se sonríe!”; es la frase que sustituirá a la de “Gobierno de la Gente”, impuesta por el ex Gobernador Humberto Moreira hace seis años, mucho más creativa y sugerente. Uff, ¿acaso se agotó la neurona de David Aguillón, el artífice del mega marqueting que ha imperado en el moreirato?
Rubén Moreira afirmó que implementará un programa de austeridad y reducirá el sueldo de los funcionarios de primer nivel. El 6 de noviembre de 2009, el gobernador Humberto Moreira ofreció a voz en cuello que todos los funcionarios de su administración entrarían en un programa de austeridad y que él se disminuiría el sueldo en un 15 por ciento y a sus colaboradores se les reduciría el 10 por ciento.
Con la peculiaridad de su lenguaje de “profesor”, advirtió: ¡esto lo tienen que hacer ¡a huevo!... porque no hay dinero en el país, ni en los estados, ni en los municipios”. Pero luego resultó que de 98 mil 246 pesos mensuales de 2009 del sueldo del gobernador, para 2010 se redujo a 97 mil 528 pesos, la diferencia solamente fue de 718 pesos, lo cual representaba únicamente 0.07 por ciento menos que el año anterior de su ingreso. Mentiras y nada más.
En cuanto a las intenciones del gobernador Rubén Moreira de trabajar con trasparencia, resulta sospechoso que esas propuestas no empiecen por exigir rendición de cuentas del sexenio de su hermano; ¿por qué elude entrar en ese terreno? Parece claro, es terreno prohibido.
Lo que queda claro es que la parafernalia priista local ya no da para más. El rey está desnudo.