ANÁLISIS A FONDO
Juegos perversos
Francisco Gómez Maza

Doce años, totalmente perdidos
Muchos muertos, más pobres

iudad de México.- Por andar jugando primordialmente el juego de la persecución armada de los narcos, el presidente Felipe Calderón violentó todo: han sido liquidados, muertos, ciertamente, muchos comerciantes ilegales de estupefacientes  - muy pocos de los “peces gordos” han sido condenados porque los jueces no reciben pruebas suficientes de parte del ministerio público -, pero también han sido muertos muchos ciudadanos y ¡niños y adolescentes! que ni la debían ni la temían, y descuidó asuntos importantísimos como la desigualdad económica y social, fuente importante de la delincuencia.

Y los cárteles del crimen “organizado” siguen tan campantes luego de cinco años de que el gobierno panista le ha echado dinero bueno al malo, librando una guerra “santa”, aunque ningún pensador pueda argumentar que haya guerras santas, no obstante que las canonice el cardenal Juan Sandoval Íñiguez.

Claro que el presidente está convencido de que su cruzada es más santa que las campañas de los papas y cristianos contra los sarracenos, en aquellos siglos de oscuridad, pero gloriosos para la “Santa Madre Iglesia”, del final del año 1000 y principios del 1200 de esta era. Pero muy pocos se acuestan con él a pesar de que él sienta que tiene todo el apoyo de la ciudadanía.

Por supuesto que el señor Calderón se ufana de sus victorias, como lo demostró ayer al dar gracias a los mexicanos, a Margarita – la primera dama – y a Dios, destacando que uno de los grandes problemas del país es la violencia y la ferocidad de los criminales y que él, “en lugar de zacatearle”, los enfrentó.

Vean el caso más dramático. El de la pobreza, la creadora y multiplicadora más eficiente de delincuentes. Ayer jueves, el diario El Universal dio a conocer una entrevista vía internet con el director de la División de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Martín Hopenhayn, quien confirmó el incremento brutal del número de pobres en México en el periodo calderonista de 2008-2010.

Los gobernantes mexicanos no supieron, no hay sabido, y ya no sabrán porque ya prácticamente terminaron su “mandato”, enfrentar los gravísimos problemas coyunturales (la guerra del narco) y estructurales como la virulencia de la crisis de 2008, y por el fuerte acople de la economía mexicana a la estadounidense.

Calderón no volteó los ojos al resto de América Latina, en donde la pobreza disminuyó porque los gobiernos incrementaron sus programas de trasferencias en cobertura y los montos trasferidos a la población pobre. Todos los países latinoamericanos – México lo hizo a medias -, aumentaron el gasto social.

El gobierno mexicano no siguió la receta cepalina, no podía seguirla porque su enfoque es absolutamente librecambista, de invertir en distintos sectores de la producción para reducir las brechas de productividad y con ello la de los ingresos de los trabajadores, elevar en general dicha productividad para que los mercados laborales fueran menos segmentados, reducir la informalidad y aumentar la cobertura de la seguridad social.

Pero bueno. Todo sea por la “seguridad”. Quién sabe de quién. Pero por la “seguridad”…

 A desfondo: Y mientras los pobres se multiplicaron exponencialmente en el sexenio, los millonarios se hicieron más millonarios: Carlos Slim Helú, Germán Larrea Mota Velasco, Alberto Bailleres, Ricardo Salinas Pliego, Jerónimo Arango, Daniel Servitje Montull, Emilio Azcárraga Jean, Roberto González Barrera, Roberto Hernández Ramírez y Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo Guzmán”, según los criterios de la revista Forbes. Slim, el “caballero” más rico del mundo. Guzmán Loera, el narcotraficante más rico de México. En el PAN, quién de los tres – Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel Miranda, Ernesto Cordero – será el cordero… que mandarán al matadero. Haga sus apuestas.  José Antonio Aguilar Bodegas podría ser el siguiente objetivo. Josean, como le llaman sus amigos, ha denunciado que es objeto de persecución de la administración gubernamental que gobierna a los chiapanecos. Que huya. Está a tiempo. No será gobernador. Pero, por si las dudas… más vale que digan “corrió”, a que lo veamos encerradito en una mazmorra.

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