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950 15 Diciembre 2011

TRANSICIONES
Concurrencia y voto en el extranjero                                                      
Víctor Alejandro Espinoza

T
ijuana.-
En un sistema presidencialista como el nuestro, resulta una obviedad afirmar que la elección más importante y que concita la mayor atención de los mexicanos es justamente la de presidente de la república. Esta, como sabemos, tendrá lugar el 1 de julio próximo. Por ello, poco se repara en el hecho de que también ese día habrá elecciones para renovar a los 500 diputados federales y a 128 senadores; pero además tendremos comicios concurrentes en 15 entidades del país. Será el año de mayor número de procesos electorales en la historia política de nuestro país. La mitad de la geografía nacional tendrá doble proceso electoral: federal y estatal. Esto hace sumamente complejo el panorama político nacional.

Otra circunstancia inédita es que habrá concurrencia electoral en el extranjero. Los mexicanos que viven fuera y que cuentan con credencial electoral, incluyendo la de terminación 03, podrán sufragar por presidente de la república por segunda ocasión; pero también por primera vez, los ciudadanos que cuenten con credencial expedida en el Distrito Federal, podrán elegir a su jefe de gobierno. Esta entidad se une a Michoacán donde los ciudadanos registrados en ese estado pueden votar a la distancia para elegir a su gobernador, como ya lo han hecho en 2007 y 2011.

El gran problema en la extensión de los derechos políticos para los mexicanos de fuera es que su participación ha sido magra. Claro que no es un fenómeno exclusivo de nuestros compatriotas. En todos los países (111 a la fecha) donde se reconoce este derecho, los votos son escasos. Son muchos los factores que lo explican.

En el caso mexicano el Congreso decidió que la única vía era a través del voto postal. Pero además tendrían que inscribirse en un listado especial, contar con credencial electoral expedida en México y con un domicilio en el exterior, donde recibirían las boletas. En 2006, había una expectativa muy alta de participación desde el exterior: 4 millones de compatriotas. Al final se recibieron 32 mil 632 boletas válidas. En el caso de los michoacanos, los resultados fueron muy similares: de un universo de 10 mil votantes potenciales, en 2007 sólo votaron 349 y este año su participación descendió ligeramente a 341.

Para la elección de 2012 se flexibilizaron algunos de los requisitos. Por ejemplo, el formato de solicitud de inscripción al listado nominal especial se puede obtener por vía electrónica y en los consulados mexicanos en el exterior o en las Juntas Locales. El IFE asumió el costo del envío de las boletas por correo certificado; ya no se requirió el comprobante de domicilio, sólo la dirección. Además, el instituto electoral a través de la Coordinación del Voto de los Mexicanos Residentes en el Extranjero, ha desplegado una estrategia de difusión del voto extraterritorial muy intensa y de manera conjunta con las organizaciones de paisanos. Veremos pronto los resultados.

Por lo pronto al día 8 de diciembre se ha incrementado en 305 por ciento, comparado con el proceso anterior, el envío de solicitudes al listado. Para el caso del voto chilango en el exterior (es el nombre oficial de la denominación, no es un concepto de este editorialista), el Instituto Electoral del Distrito Federal había aprobado el voto postal y por Internet. El pasado jueves 8  el Tribunal Electoral del DF declaró inviable esta vía por razones de inseguridad. En efecto, se ha reivindicado la Internet como una vía de sufragio y se pone el ejemplo de Estados Unidos, donde sus connacionales podían enviar por dicha vía su voto desde el exterior. Sin embargo, hace relativamente poco tiempo decidieron suspender el uso de la Internet para fines electorales debido a su alta vulnerabilidad. En México apenas lo proponíamos cuando los tribunales lo echan abajo.

El reto de la participación ciudadana es enorme; sin duda el contexto de la elección de 2006 y la actual es muy diferente. Se cierne como amenaza la intervención del crimen organizado y el dinero sucio para financiar a candidatos. Hasta ahora han sido rumores o declaraciones. Pero ello inhibe la participación; esperemos que todos los actores políticos y sociales participen activamente para desactivar potenciales focos conflictivos. Si participar al interior del país es problemático, imaginemos los escasos incentivos para los mexicanos de fuera. Pero unas elecciones tan competidas como las que se avecinan también pueden ser un acicate para que los reticentes salgan a votar. Esperemos.

Investigador de El Colegio de la Frontera Norte.
victorae@colef.mx

 

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La Quincena Nº92

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