Suscribete
950 15 Diciembre 2011

ANÁLISIS A FONDO
EPN, AMLO o JVM y el desempleo fallido
Francisco Gómez Maza

Crece la ocupación precarizada
Las cifras engañosas del INEGI

C
iudad de México.
Cuando el INEGI, o el Banco de México, o la Secretaría del Trabajo informan del comportamiento del mercado laboral, ofrecen a los medios informativos cifras contundentes del crecimiento del empleo, pero tales cifras y porcentajes son absolutamente engañosos. No dicen la verdad. Y los analistas, generalmente se van con la finta.

A estos problema tendrá que enfrentarse el sucesor del señor Calderón, sea el priista Enrique Peña Nieto o el izquierdista Andrés Manuel López Obrador o, porque no, la panista Josefina Vázquez Mota, quien podría llegar a la residencia de Los Pinos por artes de la magia de la informática.

El asunto del manejo de las cifras del empleo es preocupante por engaños. Y lo que es más grave es que las mismas estadísticas oficiales desnudan la mentira. En este espacio hemos hecho el ejercicio de cruzar la información que proporciona el INEGI.

En base a ello, hemos descubierto que, a cinco años de la presidencia de Felipe Calderón, la vida de los millones de mexicanos “ocupados” o “empleados” está marcada por la precarización del escaso trabajo que existe, por la pérdida de la estabilidad laboral, por la pérdida de los salarios y por la inexistencia de sus complementos y prestaciones. No hablamos de los desempleados porque estos “ya no la hicieron”.

Desde tiempo atrás, con la política de “topes salariales”, cualquier patrón cubre el salario mínimo, y la media que se percibe en el mercado formal escasamente alcanza los tres salarios mínimos.

La seguridad social está duramente golpeada por las reformas privatizadoras, cuyos resultados han sido inyectar dinero fresco al sector financiero y facultarlo para que, en términos de reglas financieras pulcras, haga polvo el derecho a la seguridad social.

Empresas como Wall Mart, por ejemplo, el más grande empleador de la iniciativa privada, ponen por escrito los contratos laborales, pero ello no quiere decir garantía o cobertura laboral de ningún tipo, ya que el propio contrato contiene candados que vulneran la estabilidad y la jornada laborales y el salario.

Las grandes empresas, pequeñas y medianas, están en el mundo de lo sub real pues, se encuentre o no documentada la relación laboral, al llegar al conflicto, todo se ve controvertido: el salario, la jornada laboral, las prestaciones, el lugar de trabajo, las actividades que el trabajador realiza, por lo menos.

Esta realidad lleva a que las autoridades laborales y los tribunales del trabajo sean meros mercados en los que se compran y venden trabajadores en perjuicio de las empresas, de los trabajadores, de los sindicatos, de la economía y del país.

Otro capítulo de la historia del empleo en México, y que resulta ser muy preocupante para los estudiosos, analistas y académicos, particularmente del Instituto de Estudios Económicos de la UNAM   , tiene que ver con la ley de la oferta y la demanda, la cual está determinando las condiciones de trabajo y el mercado laboral, y precarizando de manera salvaje el trabajo, peor aún cuando las políticas económicas y laborales están tan distantes del interés social.

No hablaré aquí de los trabajadores de la economía informal ni de los millones de trabajadores “subordinados” y “remunerados”. Pero sí de que el crecimiento de la afiliación al IMSS, así como el de derechohabientes con cobertura tampoco es significativo, despertando varias dudas la información aportada por esa institución sobre la evolución cuantitativa de los trabajadores eventuales, entre otras cuestiones, porque la imposición del esquema de tercerización (outsourcing), legalizada ya en la Ley del Seguro Social, pone en duda no sólo los modestos números de trabajadores al servicio de empresas de servicios, instaladas sin ninguna garantía laboral y que aparecen y desaparecen en una anualidad.

Aún cuando esas empresas contraten trabajadores a los que les otorgan la estabilidad en el empleo, a los doce meses ya no existe el patrón. Por lo tanto, en gran medida, los datos que proporcionan el IMSS y el INEGI no son fieles a la realidad laboral, en el sentido de que muestran trabajadores dados de alta con prestaciones de seguridad social, que en pocos meses no tendrán ni centro de trabajo localizable, porque son empresas que dejan de existir formalmente de la noche a la mañana, con la finalidad de evadir derechos laborales con sus trabajadores. No obstante, los datos no se actualizan con la celeridad con la cual dejan de existir dichas empresas.

analisisafondo@cablevision.net.mx

¿Desea dar su opinión?

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

La Quincena Nº92

La Quincena Nº92

15diario.com