FRAGMENTOS DE UN COCTEL DE LETRAS (II)
Roberto Guillén
La sombra criminal es el fantasma que seduce a todo animal de poder.
Es un condenado a ejercitarse como un vándalo profesional (que le aplauden con flash cotidianamente)
¡Borra las huellas!
¡Borra las huellas!
Le gritaba Dostoievski a su Raskolnikov
El hombre de poder es un perseguido por la imperiosa necesidad e superar el sepulcro blanqueado en que lo ha confinado su ambición. Es un perenne aprendiz para sonreír con el alma negra.
Los profesionales del crimen desayunan con los jerarcas de todas las iglesias.
La panacea que todos buscamos suele convertirse en un látigo con borlas de alacranes de acero.
La cosa subyugante es una burbuja que nunca terminamos de aprehender.
Lastimeramente limosneamos en el ombligo del deseo y terminamos moqueando en busca del tiempo perdido
Los veneros del placer también escupen la estridente factura.
¿Dónde encontrar los pétalos del Nirvana?
Nuestro calendario luce cacarizo.
Una ola sintética traza a la generación
El capital del capital es la demencia
¿Desea dar su opinión?
|