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1136 31 Agosto 2012

 

Regreso del PRI
Miguel Treviño Rábago

Reynosa.- "Enrique Peña Nieto ha sido declarado candidato ganador de las elecciones presidenciales y por lo tanto será el próximo Presidente de México", así lo determinó el Tribunal Electoral, ya que no se presentaron los 5 millones de ciudadanos que iban a declarar que vendieron su voto al PRI. Además ninguno quiso declarar cuál fue el pago que recibió; ni si fue en efectivo, en tarjetas o en regalos.

¿Cuál será la reacción de usted, estimado lector, lectora, después de que escuche o lea el fallo del tribunal?

¿Qué hará o qué palabras pronunciará al saber que Peña Nieto será Presidente y que el PRI vuelve al poder?

¿Se va usted a enojar? ¿Se llenará de alegría? ¿Se lanzará usted a organizar una revolución callejera? ¿Se trasladará a una plaza pública a festejar el triunfo tricolor? ¿Pronunciará majaderías y palabras altisonantes? ¿Dará gracias al Dios de su corazón? ¿Organizará una fiesta con toda su familia y amigos? ¿Buscará con quién desquitar su coraje y furia por la determinación del tribunal? ¿Qué gana o qué pierde usted con el triunfo de Peña Nieto y la derrota de López Obrador?

¿Cuál será la actitud que asuma López Obrador una vez que sepa que perdió por segunda vez la Presidencia? 

Un estimado amigo, me comenta: "Todos los que vendieron su voto son unos muertos de hambre... Se vendieron por unos pesos."

Le comento: Nuestro pueblo está despolitizado. Hay mucha ignorancia y falta mucha educación. La televisión ha enajenado y embrutecido al pueblo. Hay mucha pobreza y muchas necesidades. Millones de mexicanos no entienden ni siquiera que es "la izquierda" y que es "la derecha". No entiende de política. No leen. No estudian. No se informan. Sólo ven la tele o escuchan la radio. El resto de su tiempo andan buscando dinero para comer, para no morirse de hambre. Cuando le hablas de los políticos te dicen: "Todos son iguales."

López Obrador no es un político improvisado. Es cierto que organizó un plantón en Reforma en el 2006, pero no sería tan irresponsable de llamar a una "revolución" en 2012. Si él aceptó someterse a las reglas turbias y tramposas del PAN y del PRI, ahora tiene que acatar el veredicto final. Es duro, triste, decepcionante, pero así es hoy la realidad política de México. Ya puso a prueba los dos caminos: el de la protesta callejera y el de los recursos legales. Ninguno funcionó. ¿Cuál es la tercera vía?

¿Democracia vendida? ¿Democracia comprada? ¿Qué es al final de todo la manoseada "democracia". La voluntad de las mayorías dicen unos. ¿Qué sabe nuestro pueblo de lo que significa democracia? Los 5 millones de ciudadanos que vendieron su voto -según el Movimiento Progresista- estarán conscientes de que su conduca es inmoral. Tal vez sí, tal vez no. Apenas me entiendo yo sólo, ¿cómo puedo saber lo que piensan 5 millones de mexicanos que se echaron unos pesos a la bolsa, o surtieron su despensa, o llamaron por teléfono a sus parientes y amigos. ¿Usted qué les diría a los que vendieron su voto? ¿Felicidades, o traidores a la patria?

Alguna vez me dijo alguien que utilizar la palabra pueblo era hablar de algo muy subjetivo. ¿Quién es el pueblo? Si son millones de seres humanos en el mismo territorio y bajo el mismo gobierno, pregunto ¿cómo saber lo que quieren esos millones de ciudadanos? Ya se demostró que las encuestas son basura para ganar dinero. Si el camino es expresarse en las urnas electorales, en México así lo hicieron los mexicanos. Fueron a las casillas o mesas receptoras, tomaron sus boletas y marcaron los emblemas de los partidos que eran de su preferencia. Lo hicieron por gusto o por conveniencia nada más. ¿Cómo saber quién lo hizo en forma libre y quién votó a favor de alguien por dinero? Honestamente, es imposible saberlo. Los votos no tienen nombre de los que los depositaron en la urnas. Y cada voto es la voluntad de un mexicano o mexicana. Nos guste o no.

López Obrador tendrá que acatar el fallo del Tribunal. Esas eran las reglas del juego político. Todos sabemos que hubo trampas y acciones ilícitas. Ha sido la historia de siempre. Por eso muchas personas detestan la política y los políticos. Ahora el candidato del Movimiento Progresista debe tomar la decisión:  Aceptar su derrota o... ¿qué?

Usted, estimado lector o lectora, ¿qué va a hacer? ¿Festejar? ¿Aceptar? ¿Resignarse? ¿Protestar y maldecir? ¿Hacer su berrinche? O reconocer que en los juegos de la política -sea el país que sea- las cochinadas siempre serán las mismas.

Piense antes de actuar. Con frecuencia nos dicen: El que se lleva, se aguanta. ¿Aguantará usted el fallo del Tribunal Electoral en favor de Enrique Peña Nieto. Prepárese. La jugada está más que cantada. Y si quiere soñar... también se vale.
                              
trabago49@hotmail.com               
http://mx.groups.yahoo.com/group/elobservadorpolitico/

 

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