• El Foro Económico Mundial, versión del fracaso
• El Foro Social Mundial, esperanza de los oprimidos

Se han celebrado en el mundo, en estos días, dos reuniones mundiales contradictorias: El Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza, en donde los grandes capitanes de la política y la economía neoliberal se encontraron para enjugar sus lágrimas ante la Gran Recesión del Siglo XXI, que ha puesto a parir chayotes al gobierno de Barack Hussein Obama, quien aún no decide si el Estado interviene la economía o aplica el axioma de Laissez-faire, laissez passer, principio que fue lo que llevó a la debacle al sistema financiero. La otra, la contraparte, la contracara, fue el Foro Social Mundial, en Belem do Pará, Brasil, en donde se reunieron cientos de miles de representantes de la Izquierda mundial, entre ellos los presidentes de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay, y Brasil, en anfitrión, quien renunció a Davos por estar con los suyos, los pueblos expoliados de la periferia del Imperio. Sólo asistieron a Suiza dos presidentes latinoamericanos: Álvaro Uribe, de Colombia, y Felipe Calderón, de México.
Rezan las crónicas de las agencias noticiosas internacionales que la mayor reunión mundial de activistas de izquierda terminó el domingo tras seis días de reuniones y protestas que, según los participantes, demostraron que hay una alternativa al atribulado sistema capitalista mundial. El Foro Social Mundial contó con la participación de cerca de 100,000 personas reunidas en la amazónica ciudad de Belem, desde comunistas contrarios al imperialismo estadounidense hasta ecologistas y socialistas más moderados. Programado para coincidir con la reunión de líderes económicos en Davos, Suiza, este año el Foro atrajo a un número récord de jefes de Estado, entusiasmados con sacar sus credenciales izquierdistas en el despertar de la crisis financiera global. "La gente ve que el capitalismo no es capaz de mantenerse a sí mismo y hay esperanzas también de que no pueda", expresó Shannon Bell, profesor de política de la universidad York, ubicada en Toronto, quien asistió a las reuniones de "eco-socialismo" del Foro, según reportaron las agencias de prensa. El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva gastó alrededor de 50 millones de dólares en el encuentro, en el que participaron sus ministros.
Más que esperar decisiones, el principal objetivo del Foro fue brindar la oportunidad a los activistas para que establezcan contactos y debatan. La crisis global fue uno de los temas más tocados, con muchos diciendo que la debacle financiera es una muestra de que el capitalismo de libre mercado está en decadencia. Y no se equivocaron. Los asistentes a Davos lo confirmaron. El lado financiero del mundo nunca fue la parte que realmente movía al mundo. El mundo es movido por personas, de acuerdo con Luis Fabiano Celestrino, un joven de 35 años que se autodefine como idealista del grupo vegetariano la Revolución de la Cuchara. El Foro Económico Mundial mostró que la gente está pensando sobre los problemas más básicos: sólo escuchar las propuestas para resolverlos hace que esto valga la pena. Natanael Karaja, de 26 años de edad y perteneciente a la tribu indígena Karaja, de Brasil, vestía un llamativo tocado, pintura corporal y bebía Coca Cola mientras era entrevistado por MTV. "Este foro fue muy importante porque fue un lugar en donde todos los ciudadanos fueron respetados”, expresó. "En Brasil los políticos, negociantes y granjeros no han respetado los derechos indígenas garantizados en la Constitución de 1988".
Sin embargo, Mzonke Poni, activista de 30 años de edad, se preocupaba de que el Gobierno y otros grupos no gubernamentales hubiesen boicoteando el foro, mientras que otros se cuestionaban la influencia del capitalismo. Alrededor de la universidad, donde se realizaba el Foro, había personas alineadas con pancartas que decían "Yo necesito un abrazo".
Mientras, en la pequeña población suiza de Davos, los magnates de la política y las finanzas mundiales, ni por asomo, encontraron las respuestas que buscaban en los cerebros más evolucionados de la academia mundial y de la ciencia económica y política. Y el Foro Económico Mundial concluyó sólo con un llamado emblemático a "reconstruir" el sistema económico global. Pero, cómo. Quien lo sabe. Qui sait… El fundador del foro, Klaus Schwab, anunció "una iniciativa de rediseño global" para reformar la banca, la regulación financiera y el gobierno corporativo. Sin embargo, amigos, cuál es esa iniciativa. Qui sait. Ya vimos que las leyes de la oferta y la demanda no funcionan si el Estado no interviene para regularlas. Si el Estado da un paso a un lado, como siempre lo han hecho los estadounidenses y la mayoría de los países europeos, las cosas se dejan al arbitrio, no de las leyes del mercado, sino, como me encanta decir, de las leyes de la necesidad y del abuso. La economía se rige por el egoísmo, por la expoliación, por la acumulación de riqueza a toda costa, caiga quien cayere, chínguese quien se chingare.
Por cinco días, poco más de dos mil potentados empresarios y líderes políticos discutieron lo que algunos llamaron aquí la "crisis del capitalismo". Con todo, la mayoría de las discusiones describieron los problemas pero no dieron las soluciones. Y es que la crisis del capitalismo no tiene soluciones. Este sistema está sí al borde del colapso. Está a punto de convertirse en un "modelo fallido", como dicen que dijeron altos funcionarios respecto de que México corre el riesgo de convertirse en un "Estado fallido". Es el comienzo del fin del Imperio, quiérase o no. Así cayó la soberbia Roma. Así cayó la contradictoria Unión Soviética. Así cayeron todos los imperios que en el mundo han sido. Y cayeron porque partieron al mundo en dos: los dueños, los patrones, los capitanes, rodeados de sus cortesanos – las altas clases medias de donde salen los altos ejecutivos y directores de los bancos y las grandes empresas - y los miles de millones de siervos que tienen que conformarse con suelditos y medio comer, y que no tienen ni la más mínima esperanza de pasar si quiera un fin de semana en los más lujosos lugares del mundo, como los hoteles de Kuwait, o la Riviera Maya, o los centros turísticos de El Mediterráneo o el Caribe o ya de perdida en los lujosos centros turísticos ecológicos que operan a todo lujo en plena selva lacandona. El tema oficial del foro este año había sido "Moldeando el mundo posterior a la crisis", pero la intención resultó prematura. En cambio, los debates demostraron la incertidumbre generalizada entre los políticos y los empresarios mientras trataban de calcular la profundidad de la crisis económica y explorar las formas de salir de ella. Que hacer. Nadie en Davos trató de refutar la predicción de que la economía global se enrumba a una recesión larga y profunda. Un alto gerente indicó "si ustedes creen que la economía mundial mejorará a finales de este año o en (el primer cuarto) de 2010 les digo que no lo hará; que no hemos mejorado, que no podemos ver una mejoría; que ni siquiera sabemos cómo alcanzar esa mejoría".

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