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5 de abril de 2010
15diario.com  


 

TRANSICIONES

“Viven en otro mundo"

Víctor Alejandro Espinoza

Es lo que piensan muchos ciudadanos de nuestros actuales gobernantes: que la realidad no los alcanza, que se han creado su propio mundo y desde ahí observan lo que sucede a su alrededor; o más bien no ven absolutamente nada de lo que está aconteciendo fuera de su mundito de confort; bien alimentados, mejor cuidados, seguros, pensando que los pocos que están ahí son representantes de los muchos que habitan afuera.

        Nuestros gobernantes siguen al pie de la letra la receta de: “Tienes que repetir a cada segundo que estamos bien y así eso se hará realidad”. Piensan que la fórmula sí da resultado porque a ellos así les ha ido de bien: repite hasta la saciedad una consigna y termina por hacerse cierta. Es la filosofía del gran emprendedor, del vendedor más grande del mundo; son fieles seguidores de Miguel Ángel Cornejo.

            El autoengaño da resultado. Es como aquel rector que hizo de la consigna: “Somos la mejor universidad de México” su política principal y pobre de aquel que se atreviera a contradecir su ocurrencia. A fuerza de repetirlo creía lograr “posicionar” a su institución y que le compraran la idea: su máximo logro fue cuando el gobernador de su entidad se volvió su fan número uno y le entró a la ilusión que se hizo realidad. El problema es que en ningún ranking de las mejores instituciones aparecía; pero con que fuera realidad en su mundito se daban por bien servidos. Su conclusión fue que la mayoría era incapaz de valorar el servicio que le dispensaban a la patria.

            Si repetimos mañana, tarde y noche que vamos ganando la batalla al crimen organizado, esto se hará realidad. Son los pesimistas los que no se lo creen. Los miles de muertos son la prueba irrebatible de la victoria. Hay menos malos, porque éstos se están matando entre sí. Ni modo, es el costo por alcanzar la felicidad. Tienen que morir los que sean necesarios para merecer. Sólo los ciegos no ven los triunfos. Si no hubiera muertos querría decir que la política anticrimen no ha funcionado. Para que muchos vivan tranquilos, deben morir miles; así es esto, ni modo. No les haremos caso a quienes hablan de fracasos, son malos patriotas; no creen en lo que les decimos. La mayoría de la población no alcanza a comprender que los jóvenes masacrados en Ciudad Juárez o los niños y jovencitos en Durango, o los estudiantes de la UAG o los del TEC de Monterrey, murieron para comprobar que la estrategia es la correcta, que vamos ganando; a lo mejor los sacrificados se fueron contentos sabedores de que al final de cuentas eran parte de los grandes triunfos de la patria y que morir entre los festejos del bicentenario o del centenario era de lo más bonito.

            Los gobernantes son los depositarios de la verdad; son los iluminados y la mayoría de la población ignorante es incapaz de entenderlo. ¿Cómo es posible que la mayoría de los ciudadanos de este país no comprendan lo obvio? Estamos en franca recuperación económica; la crisis ya quedó atrás. Hay que gozar de la vida postcrisis, ¿qué no se dan cuenta? Lo del desempleo era un cuento de quienes están negados a los triunfos, de quienes son pesimistas por naturaleza. Preparémonos para administrar la abundancia. Es cuestión de salir a la calle con mentalidad de gigantes, de triunfadores y prestos para conquistar el mundo. ¿O cómo creen que hizo su fortuna Carlos Slim y el resto de mexicanos que se encuentran entre los más ricos del mundo? Pues siendo positivos, pensando en grande, trabajando sin cesar, aprovechando las oportunidades, pero sobre todo sonriendo y repitiendo cientos, miles de veces, que son triunfadores. Abajo los pusilánimes, los agoreros del desastre, los aguafiestas; los que con su pesimismo nos han conducido a las crisis y a todas las calamidades, incluyendo la Influenza de difícil pronunciación como lo comprobó la profesora Gordillo.

            No hay que hablar mal de México, ni de Tijuana. Ya pueden regresar los inversionistas. Los muertitos diarios son de la periferia. La clase pudiente, los importantes ya están seguros. Como la televisión y los periódicos hacen poco escándalo, quiere decir que ya no existe la inseguridad. Lo verdaderamente importante es la valentía de Ricky Martin. Lo demás es lo de menos.

 

Investigador de El Colegio de la Frontera  Norte

victorae@colef.mx

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