Muertos
Eligio Coronado
En el número más reciente de Papeles de la Mancuspia (el 67) aparece un texto de Lorena Sanmillán llamado “Muertos”. ¿Es cuento o es ensayo? En estos tiempos en que la fusión de los géneros literarios es algo tan común, esa cuestión es ya irrelevante.
Digamos mejor que “Muertos”* es un buen texto que no se define por un género específico y prefiere orbitar entre los dos antes cuestionados. Ello nos indica que Lorena consideró que esta opción era la que más le convenía al texto para su mejor exposición.
Su tema es la vida aparente o muerte emocional, ésa que vivimos sin vivir, inmersos en la maquinaria que nos lleva y nos trae dentro del laboratorio experimental que es la vida: “Estamos mezclados entre los vivos”
Lorena (Monterrey, N.L., 1973) también acierta en el tono y en el tratamiento. La resignación conduce su pluma por la pendiente del desencanto, ya que todos los días: “Se repite el ciclo hasta que se rompa el hechizo que nos mantiene aquí”.
La filosofía nihilista asoma para enfatizar la gravedad de la situación: “Muerto es aquel que carga sobre sus hombros el descomunal peso de su alma vacía”, lo que nos recuerda las frases: “muerto en vida” y “andar como zombie”.
La lista de las cosas que hacemos sin pensar es impresionante: despertarnos, lavarnos los dientes, encender el televisor, escuchar las noticias, bañarnos, desayunar, trabajar y así hasta la noche cuando efectuamos el eterno retorno hacia el artificio de los somníferos.
Lorena es precisa en el recuento. Pareciera que habla de nosotros cuando en realidad está generalizando, ¿o será que esta realidad es general y no nos habíamos dado cuenta de que vivimos una muerte que llamamos vida sólo para seguirle la corriente a las estadísticas oficiales? ¿Y si los que hacen las estadísticas también están muertos y tampoco lo saben? Al fin que, como ella dice: “Nadie se da cuenta. Nadie”.
Lorena Sanmillán. “Muertos”, en Papeles de la Mancuspia, núm. 67, pp. 1. Monterrey, N.L., julio 2011.
¿Desea dar su opinión?
|