PUNTOS CARDINALES
Solitario de palacio

Óscar Palacios

San Cristóbal de las Casas.- Con los pasos de azotea del cercano adiós, el gran solitario de palacio sigue en el delirio cotidiano acrecentado por esta terca realidad que le lleva la contraria, también, día a día, presentó su quinto —que no es malo porque antecede al sexto del por fin se va— informe —el comediante aquel diría: in de no y forme de forma; igual a: no tuvo forma— de gobierno uniforme; es decir: triunfalista, oportunista, demagógico. El Estado soy yo.

Lo rebasó la realidad y aunque el espectáculo fue en un espacio a modo, rodeado de cómplices de distintos bandos, en Monterrey pedían su renuncia, pero renuente a ver la realidad real, aprovechó mediáticamente la tragedia en aquella entidad para repetir una vez más que su platillo predilecto, pipián a la narcoguerra, seguirá igual: salsa verde militar con carne de cañón —el ciudadano que hoy se llama daño colateral─ marinada.

Si a esto le agregamos la desaceleración que dice el nonato candidato Cordero, nuestro destino como país se enfrentará al desastre. Crisislandia, otrora llamado México, quemará una vez más sus naves en el turbulento mar que aspiraba al desarrollo, al empleo, a la seguridad y quedaremos inermes para tan sólo escuchar: haiga sido como haiga sido no daré marcha atrás. La pulmonía cuata en cuestiones económicas ya está sobre nuestras espaldas. El blindaje lo tienen aquellos que han y están haciendo su guardadito a costas del erario nacional. La patria —el dinero— es primero. Viva México.

Y en la otra esquina, de nuevo un gran espectáculo: Peña Nieto en el umbral de su sueño. El musical de Brodway mexiquense a ritmo de aplausos —qué energía la de la “maestra”─, sonrisas Colgate, tics, palmaditas y las cámaras moviéndose a ritmo frenético como videoclip de cualquier artistilla de plástico. El esplendor y resplandor del copete dramatizando los lugares comunes, incendiando el verbo con citas citables. La crema, la nata y la mantequilla políticas, presentes. Hasta el Jefe —tienen los bandidos— Diego lució su look secuestrable. !Ay, silla del águila, cuanto chou por atraparte! Una estrella más… etcétera.

En ráfaga
FCH dijo a los niños: no estén tristes, preocupados, vendrá un México mejor. Lo niños corearon: ¿quién podrá ayudarnos? En un giro inesperado, FCH se transformó en el Chapulín Caldereado y lanzó su frase célebre: no contaban con mi astucia… bélica.

La conferencia del episcopado mexicano aprobó con un siete la administración calderónica. Es un Pan-sazo dismulado. ¿O será por lo del siete copas?

El ISSSTE recortó el 40% el cuadro básico de medicamentos y por eso hay desabasto en clínicas y hospitales. No sean mal pensados, no se fue a la miel amargo de los besoos de la maestra, a su panal pues.

Una buena por las que van de malas: en el Cecytech se están invirtiendo 500 millones de pesos para fomento de la ciencia y la tecnología. Robótica, red satelital y computadoras de nueva generación, son los temas sustanciales. Bien por el manejo de la institución que ha realizado Alejandro Navas. El nivel académico ha crecido.

Mientras nos dan además del gasolinazo, el gasazo y la CFE cobra las perlas de la virgen, un juez libera a un corrupto funcionario CFEño. Ahora resulta que el gas es más caro que las gasolinas. Para vivir mejor.

La modernidad electorera: Beltrones entra a Internet, dialoga, responde, quiere quitarle el gel al copete. Calderón le dice a los ciudadanos: ¡pregúntame!. Ambos con preguntas light. En conclusión: ellos se preguntaron, ellos se respondieron. Como en el espejo de la bruja, en el clásico infantil, Blanca Nieves.

El senador verdolaga chiapaneco, Velasco Coello, se las ingenia para hacer propaganda electoral adelantada: tiene su fundación y a través de ésta, está regalando —entre otras bisuterías al estilo del descubrimiento y la conquista de América─, un gracioso muñeco pelón que al ponerle agua le crece pelo ¡verde! En la cara, una leyenda: vamos güero. ¿Es precampaña o no? Que respondan los que saben o que cobran para saberlo.

Y ya con esta me despido: Chepina Vázquez Mota, va. Santiago Creel, casi-no. Cor-cero, jejeje.

¿Desea dar su opinión?