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DÉCIMA DEL PROFETA BERNA
SE ROBARON LA CAMPANA

No le temen al bendito,
sotana o confesionarios
roban hasta el campanario
esos ladrones malditos.
Los padres están contritos
y los fieles enojados;
los policías ocupados
en otros chuecos negocios:
de ratas y narcos socios
¡y el pueblo desesperado!

G. Berrones

 

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