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VENGANZA POLÍTICA
Samuel Schmidt
Que vuelva el informe presidencial, y a revisar a fondo la cuenta pública de Fox y Calderón.
Esas son dos de las amenazas de los diputados del PRI frente a las alianzas que han anunciado PAN-PRD.
Aparte de que uno pensaría que por muy aberrantes que sean, los partidos tienen la libertad de aliarse con quien quieran, lo que por cierto han hecho los priistas muchas veces y con fuerzas poco respetables, pensemos por ejemplo en llevar consigo al Partido Verde, famoso por su corrupción y poco compromiso con temas ambientales (han propuesto la pena de muerte como signo político esencial).
La postura priista tiene muchas aristas preocupantes destacando el tono revanchista. Las decisiones al parecer no se toman porque así le conviene a la sociedad sino porque los priistas se enojaron y van a utilizar su poder en contra de aquellos que amenazan su posición dominante.
Me tocó ir a un informe presidencial, fue un acto aburrido, una feria de números que no revestían la menor importancia y si uno tenía suerte podía ver de primera mano y sin censura gubernamental, algún altercado entre diputados de oposición que interpelan al presidente, o por lo menos levantan mantas protestando por algo. Nada de eso sucedió y luego tuvimos que escabullirnos porque el personal de la presidencia nos quería llevar al besa manos en Palacio Nacional. Hubiera sido una buena oportunidad para conocer el Palacio pero para eso había que invertir varias horas de pie sólo para decirle el presidente “felicidades”. Nunca me quedó claro por qué hay que felicitar al presidente si demagógicamente dijo que no ha hecho lo que prometió que haría, pero no había ni tiempo ni espacio para un mínimo debate.
¿Qué quiere hoy el PRI reinstalando el informe presidencial en su versión presencial?; ¿tener la oportunidad de interpelar a Calderón, o dejarlo inerme frente a Fernández Noroña, que ha hecho de la agresión una profesión?
Ya sabemos que son veleidosos. Hace unos meses aprobaron un aumento al IVA; hoy ya se les olvidó y critican el aumento. Hace muy pocos años aprobaron el cambio al formato al informe, y hoy quieren devolverlo. Que nos digan la fórmula para entender tan rápido sus errores y cómo le han hecho para lograr esa corrección acelerada de políticas. En lo que toca a la política económica, la que iniciaron en 1982 no la han cambiado y ha hundido al país.
Dice un político priista con muy mala reputación que la alianza PRD-PAN es contra-natura, y podría decir lo mismo a la que logró el PRIAN durante tantos años, ¿por qué antes no protestó?
Después viene el tema de la cuenta pública que es por mucho más relevante que las alianzas electorales. La amenaza a revisar bien ahora implica que antes no se revisó la cuenta pública en serio. ¿Nos está diciendo el PRI que en el pasado negoció la revisión de la cuenta pública y que los diputados no hicieron su trabajo a profundidad? Si esto es así estamos ante una confesión de culpa de incompetencia política de gran magnitud, que ameritaría por lo menos llevar a juicio político a todos aquellos que en su tiempo fueron negligentes para revisar qué y cómo se usaba el dinero del pueblo y si suponemos que hubo malos manejos, entonces son culpables de negligencia y complicidad, lo que bien revisada la ley debe ser materia de sanción.
Ante declaraciones de este tipo uno no puede menos que concluir que la política en el país ha sido reducida a un juego de chantajes y extorsiones.
El PRI apuesta a lograr carro completo en el 2010, porque eso demostraría que van directo a la elección del 2012, pongan al mediocre que pongan y hasta a un político que recientemente ha demostrado que la letra y el espíritu constitucional sirven menos que el papel en que esta impresa la constitución (me refiero a la visita de estado de Peña Nieto al Vaticano, donde trató temas personales propios de su religión); la alianza descompone esa apuesta.
El PAN está urgido de algún triunfo; su presidente necesita romper la jetatura que los tiene perdiendo elecciones desde que empezó el gobierno de Calderón. La dirigencia del PRD necesita algún triunfo para dirimir las diferencias y divisiones internas en el partido.
¿Y la sociedad? Muy bien gracias, ¿por qué lo pregunta usted?
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