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29 septiembre 2010
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FRONTERA CRÓNICA
¿Nos echamos otra guerra?

JRM Ávila

En el libro Obesity and the Economics of Prevention: Fit not Fat, de Sassi, Cecchini y Devaux, se afirma que en 2008, en México, el 30% de los adultos padece obesidad y el 69.5% tiene sobrepeso. Con lo que se confirma que México rebasa a Estados Unidos, país que contaba en ese año con un 27.5% de ciudadanos obesos y un 68% afectado por el sobrepeso.

Los datos se desprenden de informes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la cual recomienda a México implementar programas de prevención ya que se prevendría cada año, desde 47 mil hasta 55 mil muertes por esta causa.

Que no se entere Calderón porque, si como acostumbra, atiende a las recomendaciones internacionales en su estilo tan sui generis, con un  Mexicanos, al grito de guerra…, es de temerse que imponga medidas desmedidas e inapropiadas como, por ejemplo, el combate total e intransigente al consumo de alimentos chatarra. ¿Cómo cree usted que se emprendería una nueva guerra en México a estas alturas?

No se requiere tanto esfuerzo para suponer que tal vez habría campañas para mostrar el beneficio que traería al país la guerra contra los alimentos chatarra. Pudiera ser que se desfavoreciera a una marca de frituras o a una compañía embotelladora para enfrentarla con las demás. Es probable que se evitara que laborasen empresas productoras de alimentos no nutritivos o que se les decomisaran y destruyeran los productos encontrados.

Es predecible que se encarcelaría a los distribuidores, a los comerciantes en pequeño y en grande, a quienes produjeran alimentos fuera de la ley, a quienes compraran para distribuir, a quienes consumieran a sabiendas de que infringían las nuevas reglas. Claro, siempre y cuando no fueran tan cercanos al gobierno.

No es difícil adivinar que se les encomendaría a todas las policías y al ejército el combate del tráfico de frituras y gaseosas, ni que se implementarían retenes por doquier para evitar el libre tránsito de productos que privilegian el sobrepeso y la obesidad, ni que se reforzarían las fronteras para que no entrara ningún tipo de alimento basura vía contrabando, ni que se atacaría a los empresarios que lavaran dinero proveniente del mercado oculto de frituras.

Desafortunadamente, la corrupción de la guerra gobierno-narco se clonaría, se repetirían los errores casi al dedillo en cuanto iniciara la guerra contra la obesidad y el sobrepeso. Tropezamos de nuevo con la misma piedra, se llamaría este nuevo capítulo en los nada gloriosos anales de Calderón de la Narca.

Cómo ve usted, ¿nos echamos otra guerra?

Total. Pan. Con lo mismo.

http://fronteracronica.blogspot.com/

 

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