GATOPARDISMO
Ricardo Díaz Vázquez                      

Il Gatopardo (El Leopardo) excelente novela por Giuseppe Tomasi di Lampedusa, llevada al cine con las interpretación de Burt Lancaster en el papel principal y Alain Delon como actor de apoyo. Lectura obligada para aspirantes a políticos, obra que retrata los cambios políticos  de la Italia arrancando cuando Garibaldi desembarca en Sicilia, de cómo un miembro de la élite económica, ante las turbulencias político sociales, no sólo defiende sus privilegios de clase sino los incrementa y además consolida su poder.
De esta obra se toma la frase del protagonista "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie": “Las cosas tienen que cambiar para que sigan iguales”, de ahí se acuñó el término, “Gatopardismo”. Aquí tenemos la expresión cuasi equivalente “La misma gata nada mas que revolcada”.
En nuestro México en general y en nuestro Estado en particular, los grupos en las posiciones de poder son afectos a esta práctica, rebautizando los términos, sustituyendo un programa de acción por otro con nombre diferente y haciendo grandes despliegues simulando acciones para que después en los resultados todo siga igual. En fechas próximas deberá darse el relevo de mandos en CONARTE, el organismo gubernamental con participación ciudadana responsable de las políticas y acciones referentes al ámbito cultural.
A diez años del nacimiento de esta entidad, es necesario adecuar las cambios necesarios para que siga cumpliendo su cometido, establecer los candados adicionales para evitar que sea usado para canalización de recursos hacia obras y proyectos aprovechando la cobertura de aspecto cultural pero que más bien obedecen a agendas ocultas ó pago de compromisos. Comenzando desde la forma de designación misma del titular. La posición del novel gobernador del Estado al respecto de las políticas culturales nunca se vio definida en la campaña, ya en funciones tampoco, esperemos que en un futuro inmediato no se vaya a pensar que “las cosas en CONARTE tiene que cambiar para que sigan iguales”  y en caso de advertirse ese derrotero, corresponde a los artistas y creadores de todas las disciplinas  -comenzando por los vocales que los representan ante el organismo- levantar la voz y emprender las acciones responsables de protesta y cuestionamiento. Migremos del gatopardismo al concepto que las cosas tienen que cambiar para poder mejorar.

diaz.vazquez@gmail.com

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