Desde el Concierto de los Tres Tenores, el Fórum fue tachado de “elitista”. Un año después el problema no estaba resuelto. Antes al contrario, la crítica seguía creciendo.
Durante el 2005 y el 2006 era demanda generalizada en Monterrey que se difundiera más información acerca del Fórum, pero las respuestas nunca parecían suficientes por ningún lado.
El sitio oficial del Fórum en Internet fue abierto ya entrado el 2006. Ahí, en el apartado “Qué es el Fórum”, entre un cúmulo de información dispersa se aclaraba muy poco, y lo más significativo era que tanto los textos y como sus ilustraciones se veían y sentían distantes para los estándares regiomontanos. La verdad es que en el diseño y primeros contenidos del sitio no participó ningún regio. Una tras otra, se acumulaban las razones por las que a los habitantes de la región no se les pudo convencer plenamente de la trascendencia del Forum, o de la importancia de su vinculación con el mundo.
A partir de febrero del 2006 dio inicio la gestión de la nueva dirección de Comunicación del Forum que recayó en el diseñador Carlos Mora, quien focalizó su atención en Internet por encima de las rutas acostumbradas. Se discutió sobre el alcance limitado de la vía electrónica pero fue inútil. Tampoco sirvió de nada señalar que durante la celebración del Forum en el 2007, el porcentaje de usuarios locales con acceso a la red no sería mayor del 20 por ciento.
 Esto significaba evidente desprecio, o al menos descuido, en el acceso a la información para cuatro de cada cinco habitantes de la ciudad (y la confirmación del elitismo en los criterios de comunicación). La promoción de la imagen y valores del Forum ya no sólo venía atrasada, estaba al borde del colapso y ya no podía soportar mucho más.
Pero cuando Carlos Mora llegó a ocupar la Dirección de Comunicación y Difusión del Forum, los dos proyectos centrales de promoción en los que concentró su atención fueron el sitio en Internet y un extravagante proyecto en torno a un catamarán que daría la vuelta al mundo para anunciar el Forum. Con un costo preliminar estimado en 20 millones de pesos, el proyecto llamado El arca de las ideas fue desechado seis meses después por antieconómico y poco funcional. La óptica de promoción y difusión continuaba en las nubes.
Y a esto había que sumar la postura facciosa de algunos diarios y la falta de agilidad en la cobertura de los medios electrónicos, originadas principalmente por la falta de alianzas o, al menos, contratos de publicidad.

Indecisión y opiniones múltiples
No había estrategias de corto o mediano plazo y menos para el largo. Los viajes a esta ciudad de los asesores capitalinos incrementaban el gasto en viáticos y transportación, sin que se registraran avances en planes de comunicación funcionales, especialmente para el objetivo local.
En febrero (2006) se contempló como solución a esta situación la creación de un Comité de Comunicación. De México vino un alto directivo de la empresa asesora Estrategia Total. Se dieron dos sesiones del comité y eso fue todo. La iniciativa se dispersó sin seguimiento.

A mediados de marzo se comenzó a diseñar un evento llamado “detonador”. Se trajo a un grupo de diseñadores de México, porque el director de Comunicación “no encontró en Monterrey los talentos que aceptaran sus proyectos” con la premura que él requería.
Una de las diseñadoras capitalinas vivió en Monterrey casi un mes (todo pagado por el Forum). Se gastó en maquetas, en producción de videos y otros materiales y hasta se imprimieron invitaciones. El evento, después de ser pospuesto en tres ocasiones, fue finalmente cancelado.
Otro caso ilustrativo sucedió en la llamada etapa “preventiva” de una campaña de promoción  que comenzó a difundirse en parabuses de Monterrey durante la Semana Santa del 2006. Colocadas de una manera que según sus creadores arruinó el sentido del mensaje, la campaña debió suspenderse, para acumular otro ejemplo de un estilo dispendioso, desarticulado y poco efectivo, lejos de las necesidades de información y de la sensibilidad del público regiomontano.
Lo mismo ocurrió con los originales diseños del artista Federico Jordán que fueron usados para imprimir miles de cuadrípticos realmente atractivos, pero como alguien de muy arriba dijo que estaban feos, todo ese trabajo y su inversión, fueron desechados. Otra maqueta que se realizó para un catálogo de calidad singular terminó también en la basura.

Voces del Forum
Otro ejemplo de los “bandazos” en las políticas de comunicación fue la producción del programa radiofónico Voces del Forum.
A partir de septiembre del 2005 promovimos una serie de acercamientos y acuerdos con las cuatro estaciones radiofónicas culturales de Nuevo León. Después de tres meses de negociaciones y preproducción, cuando ya todo estaba listo para salir al aire, el plan quedó congelado durante más de dos meses, porque según Carlos Mora “no había proyecto”. Toda insistencia en las bondades del esquema propuesto fue inútil.
A mediados de abril, la situación cambió ante los nuevos recortes de presupuesto y la implacable embestida de los medios. Fue entonces que pudo apreciarse mejor lo que se había logrado negociando positivamente con las radiodifusoras universitarias y con Radio Nuevo León.
Voces del Forum  se realizó durante 32 semanas con un formato tendiente a la promoción del diálogo como vía ágil de acceso a la información y la cultura. La producción contaba con un presupuesto de 5 mil pesos por programa que sólo ví en el papel. El programa lo realizamos con la décima parte de ese presupuesto.
Voces del Forum pasaba semanalmente por cuatro estaciones (Frecuencia TEC, Radio UDEM, Radio UANL y Opus 102). El impacto en la opinión pública fue calificado como positivo, pero el proyecto tuvo una promoción apenas marginal. Para colmo de colmos, una serie de intervenciones de locutores de la radiodifusora estatal (Opus 102) quienes en sus propios programas se regodeaban criticando al Forum, propiciaron que la Secretaría de Gobierno del estado ordenara la suspensión de todos los programas, incluyendo a Voces del Forum.
Y así llegamos al extremo absurdo de que las estaciones de la UANL, del Tecnológico y de la UDEM mantuvieron su apoyo al programa del Forum, mientras la radiodifusora del gobierno de Nuevo León cuyo titular, el gobernador, era el principal impulsor del evento, bloqueó el programa. Obviamente no había comunicación. El reto estaba ahí: ¿cómo restaurarla?
Continuará: ¿Éxito o fracaso? El futuro.

¿Desea dar su opinión?